FUNDAMENTOS PARA LA FAMILIA CRISTIANA 102 – Samuel Clark
LA FAMILIA COMO «IGLESIA»
Queridos amigos:
Uno de los problemas mayores de la cristiandad moderna es nuestro concepto de la palabra “iglesia”. Nos viene directamente del idioma griego, así que, quiero desglosar su significado etimológico para llegar a una enseñanza vital para la familia cristiana.
La palabra griega es EKKLESIA, cuya traducción literal es ASAMBLEA, una reunión llamada para un propósito. Los traductores más antiguos tenían tanta reverencia por esta palabra griega que no la tradujeron sino que hicieron una transliteración de ella, como hacían con otras palabras: Cristo (El Ungido), Biblia (Libro). bautismo (sumergir), Eucaristía (dar gracias), etc. Transliterar una palabra no es malo si no se pierde el significado original.
Lo que es malo es cambiar el significado original por otro que no es tan bueno. Esto es el caso con la palabra iglesia. ¿Qué piensas cuando oyes esta palabra? Muchos piensan en una organización, un edificio dedicado a la religión cristiana, un grupo organizado con ritos, ministros y programas. Por esto hay muchos que tienen una reacción negativa cuando oyen a los cristianos hablar de su iglesia.
Volvamos al significado original: una asamblea reunida con un propósito. Esto no implica cuántos asisten ni dónde se reunen ni quiénes son los líderes. Nuestra mente pone las cosas adicionales de acuerdo con nuestra experiencia positiva o negativa, nuestra cultura, nuestro conocimiento bíblico, etc.
Una pregunta: ¿Cuántos se necesitan para calificarse un grupo como una iglesia? De acuerdo con la definición, es indefinido el mínimo o el máximo. De acuerdo con las palabras de Jesús es “Donde están dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estoy Yo en medio de ellos” (Mateo 18:20). No tiene que haber un ministro oficial sí hay un propósito explícito involucrado en la frase “en mi Nombre”, o sea, para un propósito cristiano. No es iglesia cuando dos o tres cristianos se juntan con otro propósito. Una pequeña reunión para estudiar u orar o compartir asuntos espirituales es una pequeña asamblea reunida con un propósito cristiano.
Ahora, quiero preguntarte si en tu familia practicas “iglesia? Si se reunen esposo y esposa para un fin espiritual, entonces sí puede ser llamado “iglesia”. Cuando llegan hijos y los incluyen en la lectura bíblica y la oración, están practicando “iglesia”. El Nuevo Testamento habla mucho de “la iglesia que está en su casa”, así que nuestra reunión no tiene que hacerse en ningún lugar especial. Tu casa, mi casa, las casas de todos los cristianos pueden ser “iglesias caseras”. Todo depende de dos factores: quiénes están invitados y cuál es el propósito de la reunión.
Déjame explicar esto un poco. Hay familias que están dividas por la fe o la falta de fe en Jesucristo. Si el padre no es cristiano, es muy difícil reunirse con el propósito de adorar a Dios en el Nombre de Jesucristo o estudiar la Biblia para la edificación de los creyentes. Lo que tales familias necesitan es la evangelización de los miembros no convertidos. Aquí es donde algunos se han equivocado y causado más daño que bien. El propósito de la reunión pone la pauta y si hay uno o más en contra del propósito cristiano, no hay el acuerdo necesario. Ahora, si uno no es cristiano pero quiere oír el Evangelio, entonces esto es evangelismo. Cuando los padres quieren evangelizar a sus hijos, es otro tipo de reunión con el propósito evangelístico.
Ya hemos dicho que no es imperativo tener a un ministro ordenado para liderar la reunión para que sea “iglesia casera”. Los padres cristianos funcionan como líderes de sus hijos e invitados para la mayoría de las actividades de ese tipo de iglesia casera. Entre más personas asisten se hace más necesario tener un liderazgo reconocido y un programa organizado para no tener un caos anárquico. Pero las actividades más sencillas del estudio bíblico, la oración, testimonios y canciones son fáciles de arreglar para dar ese sentido de propósito.
Por supuesto, cuando hay muchas personas, un lugar apropiado es una necesidad. Es interesante observar el gran número de iglesias más o menos grandes que se reunen en teatros, aulas de escuelas, hoteles o negocios.
La Biblia habla de la Iglesia de Dios en tal o cual lugar. Esto no quiere decir que todos se reunían en un solo lugar sino en muchas casas distribuidas en diferentes barrios; inclusive en diferentes días u horas. Este uso de la palabra iglesia es una adaptación del significado original, una asamblea de personas en un solo lugar para dar la idea de una agrupación que es distinta de la población de la ciudad que no es de la fe cristiana.
Así es, amigos, que nosotros podemos decir que somos miembros de la iglesia de nuestra ciudad pero reunirnos en pequeñas iglesias o iglesias más grandes al mismo tiempo. El énfasis no debe ser en las diferencias doctrinales entre esos grupos sino en lo que nos une: nuestra fe en Cristo Jesús tal como lo hemos conocido en el Evangelio y la Palabra de Dios.
Quiero volver a animarles a “practicar iglesia” en sus familias, en el seno del hogar, como la primera realidad más necesaria. Demasiadas familias sólo “practican iglesia” fuera de su casa. Esto crea un cristianismo de lugar, tiempo especial, cierta doctrina, líderes preparados o profesionales, organizado con su particular esquema y hasta cierto punto separatista. El cristianismo que el mundo necesita ver es el que se practica en la familia primero y luego con otras familias igualmente comprometidas a conocer a Cristo y darle a conocer.
¿Estás haciendo esto en tu casa? ¿Estás dispuesto a hacerlo? ¿Sabes que puedes hacer un gran impacto en tu cultura si lo haces? ¡Que Dios te ayuda a hacerlo!
Abrazos, Samuel