FUNDAMENTOS PARA LA FAMILIA CRISTIANA 127 – Samuel Clark
HOMBRES, OREN POR SUS ESPOSAS
Queridos Amigos:
Antes de la instalación de la Ley en el Monte Sinaí, la función del sacerdocio se practicaba por los padres de familia. Oraban por su esposa e hijos, bendecían a sus hijos, les enseñaban la Ley y hacían sacrificios. Nosotros los cristianos necesitamos volver a esa buena práctica y decirles lo que dijo el profeta en 1 Samuel 12:23:
“Y en cuanto a mí, lejos esté de mi que peque contra el Señor cesando de orar por vosotros, antes bien, os instruiré en el camino bueno y recto.”
He visto en mis 80 años enormes cambios en la cultura occidental, en contraste con las culturas de Africa, Asia y el mundo musulmán en cuanto a lo que se espera de una mujer, especialmente de una esposa. De hecho, muchas mujeres dicen que ya no quieren oír enseñanzas bíblicas que no tienen nada que decir a nuestra generación de mujeres liberadas.
Yo no creo que esto es cierto por varias razones. Primero, porque Cristo dio a las mujeres un trato respetuosa pero de igualdad en cuanto a su valor como creación de Dios. Ha sido por el cristianismo que la mujer ha sido liberada. Esto se ve en el hecho de que la influencia cristiana ha producido este cambio dondequiera que haya podido arraigarse en una cultura. La historia comprueba este hecho pero no es conocido por la mayoría de la gente porque el sistema educativo enseña su versión particular de los hechos como “historia”. Son los países y culturas no cristianos donde la mayor parte del abuso de mujeres y niños ocurre, aun en países pos-cristianos.
Segundo, porque la Biblia es el único libro que enseña la verdad desde la perspectiva divina, así es como dijo Cristo: “Tu Palabra es verdad” refiriéndose a la Biblia. La Verdad no cambia con el tiempo y los cambios humanos. Recordemos que no todo lo que está en la Biblia es como Dios quiere, pues muchos hechos son errores humanos como las 1000 mujeres de Salomón. Pero las enseñanzas de la Biblia son ciertas, porque la misma Biblia condena los hechos malos, incluyendo lo que hizo Salomón (Deu. 17:17).
Por esto voy a hablar a los hombres (las esposas pueden escuchar) acerca de cómo tener una esposa que agrada a Dios, y claro, agradará al esposo también. Si eres un hombre cristiano, ¿qué clase de mujer quieres? ¿Estás dispuesto a pedir que Dios la transforme a esa mujer deseada? No si tus deseos son carnales y egoístas. Sólo si son las cosas que EL quiere producir en todas las mujeres cristianas. Hay cinco cualidades bíblicas que quiero recomendar para tus oraciones. Estas son mis peticiones diarias para mi esposa, mi hija, mis nueras, mis nietas y algunas amigas que también son “familia”. Este es mi deber como esposo, padre, abuelo. Así que a continuación está mi lista tomada de Proverbios.
- 1. “Engañosa es la gracia y vana es la belleza, pero la mujer que teme al Señor, ésa será alabada” (Prov. 31:30). El temor del Señor es una reverencia hacia Dios y Su Palabra que nos ayuda a caminar en Sus caminos y tener Sus bendiciones. El que no teme a Dios no teme desobedecerle. Es igual a no creer a Dios cuando dice que no nos saldrá bien la desobediencia. Joven, soltero, esta es la primera cualidad que debes desear y buscar antes de cualquier otra si quieres una esposa excelente.
- 2. “La mujer sabia edifica su casa, pero la necia con sus manos la derriba” (Prov. 14:1). Proverbios 1:7 dice “El temor del Señor es el principio de sabiduría”, así que si no teme a Dios no puedes esperar que sea sabia y edifique tu casa contigo. Por eso la vida espiritual, la relación con Dios, la vida devocional y obediencia son las cosas que debeos edificar para que pueda llegar a tener “la sabiduría de arriba” de Santiago 3:17 y no la del mundo, de las revistas populares, de la sicología moderna. La sabiduría divina viene de la Palabra divina y la mujer que nunca lee la Biblia no la puede tener. Proverbios 2:1-6 explica cómo se busca la sabiduría y esto cuesta tiempo, disciplina, oración y humildad. Y probablemente la ayuda y animación de parte tuya.
- 3. “…la mujer prudente viene del Señor” (Prov. 19:14). La prudencia bíblica es la cualidad de tomar decisiones solamente después de orar, estudiar, pedir consejos y escucharlos. El imprudente hace las cosas sin pensar y se mete en muchos problemas. La prudencia es el uso cuidadoso de la sabiduría, es practicar lo que sabemos que es bueno, no malo. Se necesita práctica para adquirir la prudencia y eso implica la paciencia. Los imprudentes suelen ser impacientes. Ser prudente nos salva de muchos problemas.
- 4. “La mujer virtuosa es corona de su marido…” Prov. 12:4). La palabra virtud en el español antiguo significaba “poder”. Cuando decimos que alguien tiene “puntos fuertes”, estamos hablando de sus virtudes, lo que le hace una persona fuerte que resiste la tentación, que sufre sin tirar la toalla, que es fiel hasta la muerte. Esta es la característica que le da mucho valor para el esposo y la familia porque confiamos en ella.
- 5. “La mujer agraciada alcanza honra” (Prov. 11:16). El versículo 22 traduce la misma palabra “hermosa”, pero creo que habla de una hermosura interna porque es una palabra que viene de “gracia” y esta palabra significa un regalo, así que agraciada es una palabra que implica generosidad y bondad más que hermosura física. Algunos explican esto como una manera de ser que no exige de otros sino da a otros lo que es y tiene. Es interesante que todo el mundo puede pensar en mujeres así – algunos recuerdan a su madre con esa descripción, o una hermana, maestra o amiga. Son mujeres que impactan con su presencia, palabras y carácter.
Ahora, amigos, les pregunto: ¿Quieren una esposa así? Si no, hay algo malo con tu corazón ante Dios. Esto es lo que El quiere para ti y El quiere que oremos por nuestra esposa para que ELLA llegue a ser este tipo de “mujer de Dios” que hace tanta falta en este mundo. No hay muchas, tal vez porque los hombres no estamos orando por ellas, no estamos pidiendo que sean temerosas de Dios, sabias, prudentes, virtuosas y agraciadas. ¿Estamos pidiendo que sean más flacas, más bonitas, más sexy y más trabajadoras? Estas cualidades no están en la lista de Dios. El Señor nos manda pedir según Su voluntad y aquí la tienes. ¿Vas a pedir por tu esposa estas cualidades? Te aconsejo que pidas diariamente y al mismo tiempo pide por ti mismo que puedas ayudar a tu esposa a crecer en estas cualidades preciosas. No sólo debemos pedir sino apoyarlas con nuestro crecimiento espiritual en la semejanza de Cristo.
Yo sé que estos pensamientos chocan con nuestra cultura occidental, pero, esta cultura ha perdido la perspectiva divina totalmente. Aquí es donde tenemos que practicar 1 Juan 2:15,16: “No améis al mundo ni las cosas del mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de los ojos, los deseos de la carne y la vanagloria del mundo no proviene del Padre, sino del mundo.” Así es nuestro mundo moderno pero este versículo se escribió hace 1900 años y todavía es la verdad. Es tiempo de obedecer este mandamiento, comenzando con la familia y amar a Dios y Sus caminos de todo el corazón.
Abrazos, Samuel