FUNDAMENTOS PARA LA FAMILIA CRISTIANA 20a – Samuel Clark
GUÍA PARA UN RETIRO CON DIOS (DE SIETE HORAS SI ES POSIBLE)
1_ Período Leer juntos Salmos 145 hasta 150 y alabar a Dios juntos por unos 30 minutos, enfatizando Sus atributos y obras.
2_ Período Por separados, leer Salmos 25:1-14 sobre cómo Dios nos enseña y guía. Luego pedir que El les hable de cualquier cosa que El quiera. Escribir exactamente lo que El dice. Por una hora dejen que el Espíritu de Dios les hable acerca de sus inquietudes personales o de pareja.
3_ Período Juntos compartir lo que Dios les dijo y discutir cómo van a ponerlo por obra en la vida diaria. 30 minutos
4_ Período Leer juntos Efesios 4:20-33. Luego tomen 30 minutos para escuchar a Dios sobre las cosas viejas que deben quitar cada uno. Por unos 30 minutos compartan lo que Dios les dijo y orar uno por el otro para que estas cosas sean crucificadas por el Espíritu. Tomen otros 30 minutos para escuchar a Dios y anotar las cosas nuevas que deben empezar a añadir y hacer para vivir la nueva vida. Luego lean 2 Corintios 5:17 y oren el uno por el otro por otros 30 minutos.
5_ Período Juntos por una hora den gracias a Dios por todo lo que El les ha hecho empezando desde la niñez hasta la fecha. Cada uno puede orar alternando varias veces para dar suficiente tiempo para recordar y no olvidar ninguno de Sus beneficios. Salmos 103:1-14 puede guiarles.
6_ Período Por separados leer Efesios 5:18-33,6:1-2; Col. 3:18-21; 1 Pedro 3:1-7. Por 30 minutos escuchen a Dios y escriban lo que El les dice sobre su familia. Luego júntense para compartir lo que Dios dijo y orar por otros 30 minutos sobre estas cosas.
7_ Período Terminar leyendo juntos los capítulos 1 al 5 de Cantar de los Cantares. Escuchen a Dios por 30 minutos y escriban lo que El dice. Compartan esto y oren por otros 30 minutos para pedir Su ayuda en todo lo que El les ha dicho que deben de hacer.
Nota sobre cómo escuchar a Dios. Silencio es necesario con una sola oración: “Habla, Señor, que tu siervo escucha.”
Escribir lo que El dice a la mente:
La voz de Dios es reconocible por Su deseo de bendecirnos.
La voz de mi carne es reconocible por su deseo de justificarme.
La voz de Satanás es reconocible por su deseo de engañarme.
Obedecer lo que El dice inmediatamente sin miedo. El les ayudará.
Samuel