FUNDAMENTOS PARA LA FAMILIA CRISTIANA 50 – Samuel Clark
HOMBRES Y MUJERES: DESEOS BÁSICOS
Queridos amigos:
Hace muchos años leí un libro sobre el matrimonio escrito por un consejero matrimonial, basándose en miles de entrevistas con parejas con problemas. El título era: “Las Necesidades de El … Las Necesidades de Ella”. Algunos de mis amigos han oído pláticas sobre estas “necesidades” pero pienso que es tiempo para repasar las lecciones que podemos aprender de las observaciones de este experimentado consejero.
Voy a cambiar dos cosas de la presentación. La primera es que no creo que es correcto decir que son necesidades sino grandes deseos que tenemos y esperamos recibir del matrimonio y del cónyuge. Decir “necesidad” no puede ser cierto en la práctica, pues muchísimos casados viven sin ninguna de ellas, debido a enfermedades, ausencias prolongadas, tener un cónyuge egoísta, etc. No quiero dar lugar a nadie a pensar que es algo que puede demandar por el derecho de tener un papelito que dice que son un matrimonio. Por otra parte, las madres solteras, los divorciados y los viudos nos muestran que no son necesidades absolutas. Habiendo dicho esto, quiero decir enfáticamente que sí son deseos profundos. Por lo tanto enriquecen el matrimonio muchísimo, resultando en una unión más fuerte y bendecida. Por esto quiero compartirlos con mis amigos.
El segundo cambio es el orden en que el autor las presentó. Quiero presentarlas según mis propias observaciones después de 45 años de consejerías matrimoniales en la América Latina. Creo que el libro tenía un punto de vista norteamericano basado en esa cultura, y la cultura de origen latino indígena es diferente.
Con esta introducción voy a lanzarme a mi tarea con la oración que Dios me guíe y me ayude a orientar estos pensamientos por la luz de Su Palabra más que por la de los hombres.
Lo que los hombres desean más:
1. Ser admirado por su esposa (e hijos) y nunca criticado públicamente. Si te parece egoísta, piensa un momento… aún las mujeres quieren esto y los hijos también. Pero con el hombre el deseo es muy fuerte. El quiere que en su hogar, él sea apreciado, que su esposa e hijos sean su “porra”.
Lean el libro de Cantares escrito por Salomón y vean cómo los cónyuges admiran a su pareja. El mismo Señor hace esto con Su pueblo y regocija en las alabanzas de nosotros. Siempre hay cosas que podemos admirar en otros… si no somos criticones.
Si el hombre no recibe esta admiración en casa, probablemente la buscará en otros lugares: el trabajo, el deporte, el arte o con alguien más de afuera.
2. Una vida sexual satisfactoria. Algunos dirían “fantástica”. Aunque muchos han exagerado y pervertido el sexo, no hay duda de que es un aspecto muy importante para el hombre. El libro lo ponía en primer lugar.
Otra vez, una lectura de Cantares muestra que este deseo es normal, es bueno y santificado por Dios, según 1 Tesalonicenses 4:3,4.
3.Una mujer atractiva en su apariencia, y no sólo cuando sale a una actividad pública. Mujeres, sólo se necesitan unos minutos para arreglarse un poco para recibir a su hombre en su llegada a casa del trabajo, donde probablemente ha estado con mujeres muy bien arregladas. No es vanidad. Es dar a sus hombres lo que les gusta y les ayuda.
La Biblia dice que la verdadera hermosura no es externa sino la interna, la del espíritu, pero un poco de arreglo ayudará a su hombre a fijarse bien en su esposa y no en otras. Recuerden que una sonrisa aumentará su hermosura mucho. No se va a notar en una cara fruncida o triste.
4. Un hogar que sea un refugio del bullicio del mundo en que tiene que lidiar cada día con responsabilidades, problemas y presiones. La paz de un hogar donde el Dios de Paz reina es el refugio perfecto. Dale tiempo para relajarse y estar a gusto antes de tirarle todos los problemas de la casa. Si hay un ambiente conflictivo, el hombre usualmente no va a llegar con gusto.
Los apóstoles fueron enviados a evangelizar en aldeas de Galilea, y el Señor les dijo que no se quedaran donde no había paz. Hablaba de una respuesta de paz a su saludo al entrar en la casa. ¿Cómo saludan a su hombre cuando llega a casa? Que sea de paz y reposo.
5. Compañerismo en cosas que a él le gustan. Este deseo tiene que ver con las diversiones favoritas suyas. Esto habla de “amistad” con aquella que es su cónyuge en todo. Para mí es el menos importante de los deseos masculinos, pero yo sé que es mucho mejor divertirme sanamente con mi esposa que salir con otros hombres. Por esto creo que muchas mujeres empiezan a perder a sus esposos porque no quieren acompañarles en sus diversiones.
La Biblia dice que debemos dar la vida por los que amamos. La vida es tiempo, esfuerzo, actividades. Sí, es un sacrificio, pero más importante, es un servicio.
Lo que las mujeres desean más:
1. Afecto con ternura. Esto incluye las palabras bonitas (como cuando las estábamos enamorando), los toques suaves y amorosos y las miradas que expresan el interés en ellas. Para algunos hombres esto es una sorpresa, porque nosotros creemos que no necesitamos esas cosas ya (que no es cierto).
Aquí es donde el libro de Cantares puede enseñar a un hombre cómo expresar su afecto a su esposa. El Señor es nuestro ejemplo en cómo El se relacionaba con cada persona con atención a las necesidades de esas personas.
2. Comunicación significativa y atenta. La mujeres tienen más capacidad para comunicar que los hombres. Si han estado todo el día con niños, desearán platicar con su esposo más que cualquier cosa. Pero este deseo choca con el del hombre por la tranquilidad para leer su periódico y ver las noticias. Servir a otros es un sacrificio siempre pero es el camino al éxito en cualquier relación personal, especialmente en el matrimonio.
La Palabra de Dios pone mucho énfasis sobre las buenas comunicaciones en el libro de Proverbios. Hombres que quieren aprender a comunicar bien con sus esposas pueden aprender mucho de Proverbios, especialmente los capítulos 10-15.
3. Sinceridad, honestidad, transparencia. Son más así las mujeres que los hombres que muchas veces queremos aparentar lo que no somos. Las mujeres quieren que sus hombres seamos sinceros con ellas. No es fácil sincerarnos con ellas pero si lo aprendemos, vamos a ser mejores esposos y más felices. No hay lugar para la hipocresía en un matrimonio, pues ya saben las mujeres mucho más de nosotros de lo que creemos. Sólo quieren que lo admitamos.
La Biblia también requiere estas actitudes de nosotros. La palabra que usa para esto es “verdad”. Si analizamos bien la palabra vemos que todo lo que no es verdad es o ignorancia o mentira. “Hablando la verdad en amor” (Efesios 4:15) puede ser traducido “siguiendo la verdad”. Es el secreto de toda comunicación significativa y la sinceridad que tanto desean de nosotros.
4. Un compromiso fuerte con el matrimonio y la familia. Muchas veces las mujeres sienten que los hombres ven al matrimonio y la familia como un asunto de tercera prioridad, después de su trabajo y sus diversiones. Ellas quieren un esposo que acepte su responsabilidad de ser el líder espiritual, moral, económico y emocional en el hogar. Muchos hombres echan casi todas estas cargas a sus esposas y dicen “Este es su trabajo”. La mujer quiere un compañero en la lucha por un hogar bueno y forjador de buenos hijos.
La Biblia ciertamente está de acuerdo con este deseo, pues le ha asignado al hombre el ser sacerdote y cabeza del hogar. Esto requiere compromiso y participación en las actividades. Ser sacerdote es guiar a la familia a Dios siempre. Ser cabeza no es ser jefe de un negocio sino el compañero más responsable. Es una tarea considerable que necesita de la ayuda de Dios.
5. Seguridad económica. El esposo ha de poner en alta prioridad las necesidades del hogar y no en “juguetes” que uno cree que necesita para no ser considerado un fracaso por otros. El dinero bien usado da estabilidad emocional a su esposa y una vida saludable y placentera a todos los miembros de la familia.
Una lectura de Proverbios 31:10-31 describe una mujer maravillosa, increíblemente capaz y fuerte. Lo que el esposo puede aprender de esta lectura es ver en todo lo que ella hace un reflejo de lo que las mujeres quisieran tener para el bien de su familia. En nuestro tiempo actual, pocas pueden hacer semejantes esfuerzos pero creo que todas quisieran poder hacerlas porque da esa estabilidad, salud y felicidad a su familia. El hombre debe ser cuidadoso en sus compras y gastos para estar proveyendo las cosas elementales a la casa.
Bueno, amigos, ha sido muy larga esta carta pero no quería dividirla porque creo que todos debemos saber lo que desean nuestros cónyuges. Además, esto les da una buena oportunidad de dialogar sobre estos puntos. Mi único deseo es fomentar el desarrollo de hogares que sean un éxito y una luz para el mundo alrededor.
Abrazos,
Samuel