FUNDAMENTOS PARA LA FAMILIA CRISTIANA 68 – Samuel Clark
FELIZ AÑO NUEVO
Queridos amigos:
Es asombroso contemplar cómo queremos ser felices en esta vida. Y queremos que otros sean felices o por lo menos que estén felices la mayor parte del tiempo. Es nuestro deseo y saludo frecuente durante la Navidad y Año Nuevo. Creo que es sincero, pero pocas veces estamos pensando en una verdadera felicidad que produce una vida de alegría y gozo en las vidas de nuestros amigos. Digo esto porque rara vez nos ponemos a pensar cómo ayudar a otros a tener la felicidad. La felicidad no “sucede”. Es el resultado de algo que la permite nacer en el corazón.
No ayuda sólo desear que otro sea feliz. La felicidad se transmite de una persona a otra por acciones positivas. Esto es cierto, no importa si la otra persona ya está feliz, o si está triste, o si solamente no está feliz. Sólo el feliz quiere que otros tengan felicidad.
Entonces, debemos comenzar con la pregunta, ¿Estoy yo feliz? O tal vez más importante: ¿Tengo la felicidad verdadera que Dios promete a los que la buscan en El? ¿Cuál es esa felicidad? Tal vez te sorprenderá que en muchas versiones de la Biblia casi no encontramos las palabras feliz/felicidad. Se usa la palabra bienaventurado en ambos Testamentos para describir un sentido de bienestar que nosotros llamamos feliz, dichoso, contento. Tal vez el saludo común, “Que Dios te bendiga” es mejor que “Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo”. Si Dios está bendiciendo a alguien en su vida interior, se va a ver también en su vida exterior.
Pensando en la familia, amigos, debemos querer tener una felicidad producida por Dios en cada miembro de esa unidad básica del cristianismo: el hogar cristiano. Si un miembro anda triste o sencillamente no tiene esa felicidad que Dios produce, entonces debemos buscarla en Dios. ¿Cómo? Primero en oración, luchando con la ayuda de Dios contra todas las cosas que causan la tristeza. Entre familia se nota cuando no está la felicidad y debe ser una llamada a la oración porque Cristo nos enseñó en Juan 16:24:
“Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre.
Pedid y recibiréis para que vuestro gozo sea cumplido.”
Una de las causas mayores de la falta de gozo es nuestra poca fe que no pide, no busca, no llama como Mateo 7:9-11 enseña. Si los miembros de la familia oran por los demás miembros cuando ven que no hay felicidad, Dios comienza Su “mover” en el Espíritu Santo (Rom. 14:17; 15:13). El orar unos por otros nos hace más dispuestos a hacer cosas que ayudan a los demás a ser felices, como mantener la paz, mostrar amabilidad, extender las pequeñas misericordias de cada día, etc.
La victoria de la oración viene más fuertemente cuando hay oración familiar, cuando juntos pedimos la ayuda de Dios como dijo el Señor en Mateo 18:19,20. Si queremos un FELIZ AÑO 2008 necesitamos hacer tiempo para orar, a solas y juntos. La familia feliz es la familia que conoce las victorias en la oración.
La segunda cosa que nos ayudará a encontrar esa felicidad prometida es el estudio serio de la Palabra de Dios. Una vez más, sugiero que se estudie a solas y juntos como familia. ¿Por qué produce la Palabra de Dios felicidad? Jesús dijo: “Estas cosas os he hablado para que mi gozo esté en vosotros y vuestro gozo sea cumplido” (Juan 15:1). El Señor no nos habla para inquietarnos o molestarnos sino para que estemos felices. Pero es sólo cuando estamos meditando en Su Palabra que la comenzamos a entender y entonces aplicar en obediencia. Guardar su Palabra es más que obedecer, es respetarla, amarla, recordarla y buscar sus aplicaciones a la vida diaria.
Podemos entender este beneficio de la palabra de Dios en la vida personal y familiar con un pequeño estudio de la palabra Bienaventurado en los Salmos. ¿Quiénes son los bienaventurados?
- Salmos 1:1-3 – los que no andan en consejos malos y medita en la Palabra
- Salmos 2:12 – los que confían en Dios como su Refugio
- Salmos 32:1,2 – los que son perdonados y limpios de corazón
- Salmos 40:4 – los que confían en el Señor y no en hombres
- Salmos 41:1,2 – los que piensan en (ayudan) a los pobres
- Salmos 65:4 – los que Dios atrae a la comunión con El
- Salmos 84:4,5 – los siervos de Dios y los que Dios fortalece
- Salmos 89:15 – los que andan en comunión con Dios
- Salmos 94:12 – los que Dios corrige e instruye
- Salmos 112:1 – los que temen a Dios (Salmos 128:1,2)
- Salmos 119:1,2 – los perfectos de corazón que andan en / guardan Sus enseñanzas
- Salmos 144:15 – los que tienen al Señor (YHWH) como su Dios único
- Salmos 146:5 – los que tienen al Se ñor como Ayudador
¿Por qué no escoges algunas de estas citas para reclarmar como promesa individual y familiar este año?
Amigo, si realmente quieres tener la felicidad que la Biblia promete, si quieres que otros la tengan, tienes que tener un serio compromiso diario de buscar a Dios en la oración y el estudio de Su Palabra. Este año puede ser un año muy diferente si tú tienes el propósito de tener un tiempo con tu Dios cada día, y luego tiempos cuando como familia buscan a Dios en la oración y el estudio bíblico. Tiene que ser regular. Un tiempo esporádico es más “menos” que “más”. Yo sugiero algo semanal. Por razones legítimas perderás una semana u otra, pero si es regular puedes recuperar la costumbre.
No estoy exagerando la importancia de estos dos elementos básicos de una vida feliz, gozosa y alegre. Lo he comprobado en 45 años de vida familia con mis esposa e hijos y ahora los dos otra vez solitos. Entre más oramos y estudiamos la Biblia juntos, más felices estamos. La felicidad es la bendición de Dios. Somos verdaderamente bienaventurados cuando andamos juntos con Dios. Pienso terminar mi vida en esta misma forma con la ayuda de Dios y quiero que otros tengan esta bienaventuranza. Por esto, cada año trato de recordar a mis queridos amigos de lo que hemos aprendido para que Uds. lo experimenten también.
Es triste ver a tantos hogares que no hacen esto, y cuán poca felicidad manifiestan. ¿Por qué es difícil practicar lo que sabemos es cierto? Hay poco compromiso con Dios cuando no hacemos lo que El manda. Entonces, vuelvo a preguntar, ¿Estás feliz? ¿Está feliz tu familia? ¿Cuánto quieres ser feliz? ¿Suficientemente para hacer el compromiso de buscar a Dios diariamente, como individuo y como familia, con regularidad? Si no, amigo, no veo mucha posibilidad para ti o para tu familia porque estás buscando la felicidad en todos los lugares equivocados. ¡Esta en Dios! y sólo en El.
Así que te saludo este año con “Que Dios te bendiga en el Año 2008 con un deseo grande de ser bendecido por El todo el año, todos los días, buscándole a El primeramente.”
Abrazos, Samuel y Cari