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CONCORDANCIA DEL CARÁCTER DE DIOS – SAMUEL EDELSTEIN
consolación (misericordia)
Nacham (58/108) (#5162)
(Génesis 6:6-7) 6 Entonces Yahveh lamentó haber hecho al hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. 7 Y dijo Yahveh: «Arrasaré de la faz de la tierra los seres que he creado, desde el hombre hasta el ganado, los reptiles y las aves del cielo; porque lamento haberlos hecho.»
(Exodo 32:14) 14 Entonces Yahveh cambió de parecer en cuanto al mal que dijo que haría a su pueblo.
(Números 23:19) 19 Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta . El dijo, ¿y no lo hará? Habló, ¿y no lo cumplirá?
(Deut.32:36) 36 «Ciertamente Yahveh juzgará a su pueblo y tendrá misericordia de sus siervos, cuando vea que se agota su fuerza y que no queda nadie, ni preso ni abandonado.
(Jueces 2:18) 18 Cuando Yahveh les levantaba jueces, Yahveh estaba con el juez y los libraba de mano de sus enemigos todo el tiempo de aquel juez. Porque Yahveh se conmovía ante sus gemidos, a causa de los que los oprimían y afligían.
(1 de Samuel 15:11) 11 –Me pesa haber puesto a Saúl como rey, porque se ha apartado de mí y no ha cumplido mis palabras. Samuel se apesadumbró y clamó a Yahveh toda aquella noche.
(1 de Samuel 15:29) 29 Además, la Gloria de Israel no mentirá ni se arrepentirá, porque él no es hombre para que se arrepienta.
(1 de Samuel 15:35) 35 Hasta el día de su muerte Samuel no volvió a ver a Saúl, pero Samuel lloraba por Saúl. Y a Yahveh le pesaba el haber constituido a Saúl como rey sobre Israel.
(2 de Samuel 24:16) 16 Cuando el ángel extendía su mano hacia Jerusalén para destruirla, Yahveh cambió de parecer acerca de aquel mal. Y dijo al ángel que destruía al pueblo:-¡Basta ya! ¡Detén tu mano! El ángel de Yahveh estaba junto a la era de Arauna el jebuseo.
(1 de Crónicas 21:15) 15 Dios envió un ángel a Jerusalén para destruirla. Pero cuando iba a destruirla, Yahveh miró y cambió de parecer acerca de aquel mal. Y dijo al ángel que destruía: –¡Basta ya! ¡Detén tu mano! El ángel de Yahveh estaba junto a la era de Ornán el jebuseo.
(Salmos 23:4) 4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento .
(Salmos 71:21) 21 Aumentarás mi grandeza y me volverás a consolar.
(Salmos 86:17) 17 Haz conmigo señal para bien; véanla los que me aborrecen y sean avergonzados, porque tú, oh Yahveh, me ayudaste y me consolaste.
(Salmos 90:13) 13 ¡Vuelve, oh Yahveh! ¿Hasta cuándo? Ten compasión de tus siervos.
(Salmos 106:45) 45 Se acordó de su pacto con ellos, y se compadeció conforme a su gran compasión.
(Salmos 110:4) 4 Yahveh juró y no se retractará: «Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.»
(Salmos 119:52) 52 Oh Yahveh, me he acordado de tus juicios realizados desde tiempos antiguos, y he hallado consuelo.
(Salmos 119:76) 76 Que tu bondad me consuele, conforme a lo que has prometido a tu siervo.
(Salmos 119:82) 82 Desfallecen mis ojos en espera de tu palabra, diciendo: «¿Cuándo me consolarás?»
(Salmos 135:14) 14 Ciertamente Yahveh juzgará a su pueblo, y tendrá misericordia de sus siervos.
(Isaías 1:24) 24 Por tanto, dice el Señor Yahveh de los Ejércitos, el Fuerte de Israel: «¡Ah! Tomaré satisfacción de mis adversarios y me vengaré de mis enemigos.
(Isaías 12:1) 1 En aquel día dirás: «¡Te doy gracias, oh Yahveh! Aunque te enojaste contra mí, tu ira se apartó, y me has consolado.
(Isaías 40:1) 1 «¡Consolad, consolad a mi pueblo!», dice vuestro Dios.
(Isaías 49:13) 13 Gritad de júbilo, oh cielos! ¡Regocíjate, oh tierra! ¡Prorrumpid en cántico, oh montes! Porque Yahveh ha consolado a su pueblo y de sus afligidos tendrá misericordia.
(Isaías 51:3) 3 Ciertamente Yahveh consolará a Sion; él consolará todas sus ruinas. Convertirá su desierto en Edén y su región árida en huerto de Yahveh. Alegría y gozo habrá en ella, acciones de gracias y sonido de cánticos.
(Isaías 51:12) 12 Yo soy, yo soy vuestro Consolador. ¿Quién eres tú para que temas al hombre, que es mortal; al hijo del hombre, que es tratado como el pasto?
(Isaías 51:19) 19 Estas dos cosas te han sobrevenido. ¿Quién se dolerá de ti? Te han sobrevenido la destrucción y la ruina, el hambre y la espada. ¿Quién te consolará?
(Isaías 52:9) 9 Prorrumpid juntas con gritos de júbilo, oh ruinas de Jerusalén, porque Yahveh ha consolado a su pueblo; ha redimido a Jerusalén.
Isaías 57:6) 6 «Con las piedras lisas del valle está tu parte. ­Ellas, ellas serán tu porción! A ellas derramas libación y ofreces oblación. ¿Habré de aplacarme ante estas cosas?
(Isaías 61:2) 2 para proclamar el año de la buena voluntad de Yahveh y el día de la venganza de nuestro Dios, para consolar a todos los que están de duelo,
(Isaías 66:13) 13 Como aquel a quien su madre consuela, así os consolaré yo a vosotros. En Jerusalén seréis consolados.
(Jeremías 4:28) 28 Por esto se enluta la tierra, y se oscurecen los cielos arriba; porque he hablado, lo he planeado y no cambiaré de parecer, ni desistiré de ello.»
(Jeremías 15:6) 6 Tú me dejaste y te volviste atrás, dice Yahveh. Por tanto, yo extenderé mi mano contra ti y te destruiré. Estoy cansado de tener compasión .
(Jeremías 18:8) 8 Pero si esa nación de la cual he hablado se vuelve de su maldad, yo desistiré del mal que había pensado hacerle.
(Jeremías 18:10) 10 Pero si hace lo malo ante mis ojos, no obedeciendo mi voz, desistiré del bien que había prometido hacerle.
(Jeremías 20:16) 16 Sea tal hombre como las ciudades que Yahveh desoló sin misericordia. Oiga alarma de mañana y gritos de guerra a mediodía;
(Jeremías 26:3) 3 quizás oigan y se vuelvan, cada uno de su mal camino, y yo desista del mal que he pensado hacerles por causa de la maldad de sus obras.’
(Jeremías 26:13) 13 Ahora pues, corregid vuestros caminos y vuestras obras, y escuchad la voz de Yahveh vuestro Dios, y Yahveh desistirá del mal que ha hablado contra vosotros.
(Jeremías 26:19) 19 ¿Acaso Ezequías, rey de Judá, y todo Judá lo mataron? ¿Acaso no temió a Yahveh e imploró el favor de Yahveh, y Yahveh desistió del mal que había hablado contra ellos? Nosotros estamos haciendo un mal grande contra nosotros mismos.
(Jeremías 31:13) 13 «Entonces la virgen se regocijará en la danza, y los jóvenes y los ancianos juntamente. Porque transformaré su duelo en regocijo; los consolaré y los alegraré en su dolor.
(Jeremías 42:10) 10 «Si decididamente permanecéis en esta tierra, os edificaré y no os destruiré. Os plantaré y no os arrancaré, porque he desistido del mal que os he hecho.
(Lam.2:13) 13 ¿A qué te compararé? ¿A qué te haré semejante, oh hija de Jerusalén? ¿A qué te haré igual a fin de consolarte, oh virgen hija de Sion? Porque grande como el mar es tu quebranto. ¿Quién te podrá sanar?
(Ezequiel 5:13) 13 Así se consumará mi furor; haré que en ellos se asiente mi ira, y tomaré satisfacción. Y cuando haya consumado en ellos mi ira, sabrán que yo, Yahveh, he hablado en mi celo.
(Ezequiel 24:14) 14 Yo, Yahveh, he hablado. Esto vendrá, y lo haré. No cejaré; no tendré lástima ni me pesará . Conforme a tus caminos y a tus obras te juzgaré», dice el Señor Yahveh.
(Joel 2:13-14) 13 Desgarrad vuestro corazón y no vuestros vestidos.» Volved a Yahveh, vuestro Dios, porque él es clemente y compasivo, lento para la ira, grande en misericordia, y desiste del castigo. 14 ¿Quién sabe si desiste, cambia de parecer y deja tras sí bendición, es decir, ofrenda vegetal y libación para Yahveh vuestro Dios?
(Amós 7:3) 3 Yahveh desistió de ello. –No será así, –ha dicho Yahveh–.
(Amós 7:6) 6 Yahveh desistió de ello. –No será así tampoco –dijo el Señor Yahveh–.
(Jonás 3:9-10) 9 ¿Quién sabe si Dios desiste y cambia de parecer, y se aparta del furor de su ira, y así no pereceremos?» 10 Dios vio lo que hicieron, que se volvieron de su mal camino, y desistió del mal que había determinado hacerles, y no lo hizo.
(Jonás 4:2) 2 Y oró a Yahveh diciendo: –Oh Yahveh, ¿no es esto lo que decía yo estando aún en mi tierra? ¡Por eso me adelanté a huir a Tarsis! Porque sabía que tú eres un Dios clemente y compasivo, lento para la ira, grande en misericordia y que desistes de hacer el mal.
(Zacarías 1:17) 17 Proclama además diciendo que así ha dicho Yahveh de los Ejércitos: «De nuevo se desbordarán mis ciudades por la abundancia del bien; de nuevo consolará Yahveh a Sion y escogerá a Jerusalén.»
(Zacarías 8:14) 14 «Porque así ha dicho Yahveh de los Ejércitos: «Como pensé haceros mal cuando vuestros padres me provocaron a ira, y no cambié de parecer, ha dicho Yahveh de los Ejércitos,
Tanchumin (2/5) (#8575)
(Job 15:11) 11 ¿En tan poco tienes el consuelo de Dios y la palabra que se te dice con ternura?
(Salmos 94:19) 19 En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma.
Paraklesis (9/29) (#3874)
(S. Lucas 2:25) 25 He aquí, había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre era justo y piadoso; esperaba la consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba sobre él.
(Hechos de los Apóstoles 9:31) 31 Entonces por toda Judea, Galilea y Samaria la iglesia tenía paz. Iba edificándose y vivía en el temor del Señor, y con el consuelo del Espíritu Santo se multiplicaba.
(A los Romanos 15:4-5) 4 Pues lo que fue escrito anteriormente fue escrito para nuestra enseñanza, a fin de que por la perseverancia y la exhortación de las Escrituras tengamos esperanza. 5 Y el Dios de la perseverancia y de la exhortación os conceda que tengáis el mismo sentir los unos por los otros, según Cristo Jesús;
(2 a los Corintios 1:3-4) 3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, 4 quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones. De esta manera, con la consolación con que nosotros mismos somos consolados por Dios, también nosotros podemos consolar a los que están en cualquier tribulación.
(A los Filipenses 2:1) 1 Por tanto, si hay algún aliento en Cristo; si hay algún incentivo en el amor; si hay alguna comunión en el Espíritu; si hay algún afecto profundo y alguna compasión,
(2 a los Tesalonicenses 2:16) 16 Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia.
Parakletos (5/5) (#3875)
(S. Juan 14:16) 16 Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre.
(S. Juan 14:26) 26 Pero el Consolador, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os hará recordar todo lo que yo os he dicho.
(S. Juan 15:26) 26 «Pero cuando venga el Consolador, el Espíritu de verdad que yo os enviaré de parte del Padre, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí.
(S. Juan 16:7) 7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros. Y si yo voy, os lo enviaré.
(Hebrews 6:18) 18 para que, por dos cosas inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta por delante.
(1 de S. Juan 2:1) 1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis. Y si alguno peca consolador tenemos delante del Padre, a Jesucristo el justo.
Parakaleo (4/108) (#3870)
(2 a los Corintios 1:4) 4 quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones. De esta manera, con la consolación con que nosotros mismos somos consolados por Dios, también nosotros podemos consolar a los que están en cualquier tribulación.
(2 a los Corintios 7:6) 6 Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consol ó con la venida de Tito.