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CONCORDANCIA DEL CARÁCTER DE DIOS – SAMUEL EDELSTEIN
ayuda (protección)
Azar (31/85)
(Génesis 49:25) 25 por el Dios de tu padre, el cual te ayudará ; y por el Todopoderoso, quien te bendecirá: con bendiciones del cielo arriba, con bendiciones del océano que se extiende abajo; con bendiciones de los senos y de la matriz.
(Éxodo 18:4) 4 El otro se llamaba Eliezer [significa Dios es mi ayuda ], porque había dicho: «El Dios de mi padre me ayudó y me libró de la espada del faraón.»)
(1 de Samuel 7:12) 12 Luego Samuel tomó una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y la llamó Eben-ezer, {Significa piedra de la ayuda.} diciendo: – ¡Hasta aquí nos ayudó Yahveh!
(1 de Crónicas 12:18) 18 Entonces el Espíritu invistió a Amasai, jefe de los treinta, quien dijo:- ¡Por ti, oh David, y contigo, oh hijo de Isaí! ¡Paz! ¡Paz contigo, y paz con los que te ayudan, porque tu Dios también te ayuda! David los aceptó y los puso entre los jefes de la tropa.
(1 de Crónicas 15:26) 26 Y sucedió que cuando Dios ayudó a los levitas que llevaban el arca del pacto de Yahveh, ellos sacrificaron siete toros y siete carneros.
(2 de Crónicas 14:11) 11 Asa invocó a Yahveh su Dios, diciendo: «¡Oh Yahveh, no hay otro como tú para ayudar tanto al poderoso como al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Yahveh, Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos y en tu nombre vamos contra esta multitud. ¡Oh Yahveh, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre!»
(2 de Crónicas 18:31) 31 Y sucedió que cuando los jefes de los carros vieron a Josafat, dijeron:-¡Este es el rey de Israel! Entonces se dirigieron hacia él para atacarle; pero Josafat gritó, y Yahveh le ayudó. Dios los desvió de él.
(2 de Crónicas 25:8) 8 Aunque tú fueras y te esforzaras en la batalla, Dios te haría fracasar delante del enemigo. Porque en Dios hay poder para ayudar o para hacer fracasar.
(2 de Crónicas 26:7) 7 Dios le ayudó contra los filisteos, contra los árabes que habitaban en Gur-baal y contra los meunitas.
(2 de Crónicas 32:8) 8 Con él está un brazo de carne; pero con nosotros está Yahveh, nuestro Dios, para ayudarnos y para llevar a cabo nuestras batallas.» Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías, rey de Judá.
(Salmos 10:14) 14 Ciertamente tú ves la vejación y la provocación; las miras para dar la recompensa. A tus manos se acoge el desdichado; tú eres el amparo del huérfano.
(Salmos 28:7) 7 Yahveh es mi fuerza y mi escudo; en él esperó mi corazón. Fui ayudado, y se gozó mi corazón; con mi canción le alabaré.
(Salmos 30:10) 10 Escucha, oh Yahveh, y ten misericordia de mí; Yahveh, sé tú mi ayudador.»
(Salmos 37:40) 40 Yahveh les ayudará y los librará; les librará de los impíos y los salvará, porque en él se han refugiado.
(Salmos 46:5) 5 Dios está en medio de ella; no será movida. Dios la ayudará al clarear la mañana.
(Salmos 54:4) 4 He aquí, Dios es quien me ayuda; el Señor está con los que sostienen mi vida.
(Salmos 79:9) 9 Ayúdanos, oh Dios, salvación nuestra, por causa de la gloria de tu nombre. Líbranos y expía nuestros pecados por amor de tu nombre.
(Salmos 86:17) 17 Haz conmigo señal para bien; véanla los que me aborrecen y sean avergonzados, porque tú, oh Yahveh, me ayudaste y me consolaste.
(Salmos 109:26) 26 Ayúdame, oh Yahveh, Dios mío; sálvame conforme a tu misericordia.
(Salmos 118:7) 7 Yahveh está conmigo, con los que me ayudan . Por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
(Salmos 118:13) 13 Fui empujado con violencia, para que cayese; pero Yahveh me socorrió.
(Salmos 119:173) 173 Venga tu mano a socorrerme, porque tus ordenanzas he escogido.
(Isaías 41:10) 10 No temas, porque yo estoy contigo. No tengas miedo, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, y también te ayudaré . También te sustentaré con la diestra de mi justicia.’
(Isaías 41:13) 13 Porque yo, Yahveh, soy tu Dios que te toma fuertemente de tu mano derecha y te dice: «No temas; yo te ayudo.’
(Isaías 41:14) 14 No temas, gusanito de Jacob; vosotros, los poquitos de Israel. Yo soy tu socorro, dice Yahveh, tu Redentor, el Santo de Israel.
(Isaías 44:2) 2 Así ha dicho Yahveh, tu Hacedor, el que te formó desde el vientre y el que te ayudará: No temas, oh siervo mío Jacob; y tú, oh Jesurún, a quien yo escogí.
(Isaías 49:8) 8 Así ha dicho Yahveh: «En tiempo favorable te he respondido, y en el día de salvación te he ayudado . Te guardaré y te pondré por pacto para el pueblo, a fin de que restablezcas la tierra y poseas las heredades desoladas;
(Isaías 50:7) 7 Porque el Señor Yahveh me ayuda, no he sido confundido. Por eso puse mi rostro firme como un pedernal y sé que no seré avergonzado.
(Isaías 50:9) 9 He aquí que el Señor Yahveh me ayudará ; ¿quién me podrá condenar? He aquí que todos ellos se envejecerán como un vestido, y se los comer á la polilla.
Ezer (17/22)
(Éxodo 18:4) 4 El otro se llamaba Eliezer [significa Dios es mi ayuda], porque había dicho: «El Dios de mi padre me ayudó y me libró de la espada del faraón.»)
(Deuteronomio 33:7) 7 Esto dijo acerca de Judá: «Escucha, oh Yahveh, la voz de Judá; tráelo a su pueblo. Sus manos le basten, y séle ayuda contra sus enemigos.
(Deuteronomio 33:26) 26 «¡No hay como el Dios de Jesurún! El cabalga sobre los cielos en tu ayuda, y sobre las nubes en su majestad.
(Deuteronomio 33:29) 29 ¡Bienaventurado eres tú, oh Israel! ¿Quién como tú, oh pueblo salvo por Yahveh, escudo de tu socorro y espada de tu excelencia? Tus enemigos tratarán de engañarte, pero tú pisotearás sus lugares altos.»
(1 de Samuel 7:12) 12 Luego Samuel tomó una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y la llamó Eben-ezer, {Significa piedra de la ayuda .} diciendo: – ¡Hasta aquí nos ayudó Yahveh!
(Salmos 20:2) 2 El te envíe ayuda desde su santuario, y te sostenga desde Sion.
(Salmos 33:20) 20 Nuestra alma espera en Yahveh: El es nuestra ayuda y nuestro escudo.
(Salmos 70:5) 5 Aunque yo sea pobre y necesitado, ¡apresúrate y ven a mí, oh Dios! Tú eres mi ayuda y mi libertador. ¡Oh Yahveh, no te tardes!
(Salmos 89:19) 19 Antaño hablaste en visión a tus piadosos y les dijiste: «Yo he puesto el socorro sobre un valiente; he enaltecido a uno escogido de mi pueblo.
(Salmos 115:9-11) 9 ¡Oh Israel, confía en Yahveh! El es su ayuda y su escudo. 10 ¡Oh casa de Aarón, confía en Yahveh! El es su ayuda y su escudo. 11 ¡Los que teméis a Yahveh, confiad en Yahveh! El es su ayuda y su escudo.
(Salmos 121:1-2) 1 Alzaré mis ojos a los montes: ¿De dónde vendrá mi socorro? 2 Mi socorro viene de Yahveh, que hizo los cielos y la tierra.
(Salmos 124:8) 8 Nuestro socorro está en el nombre de Yahveh, que hizo los cielos y la tierra.
(Salmos 146:5) 5 Bienaventurado aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza está puesta en Yahveh su Dios;
(Oseas 13:9) 9 «Yo te destruiré, oh Israel. ¿Quién te podrá socorrer?
Ezrah (14/26)
(Salmos 22:19) 19 Pero tú, oh Yahveh, no te alejes. Fortaleza mía, apresúrate para ayudarme.
(Salmos 27:9) 9 No escondas de mí tu rostro; no apartes con ira a tu siervo. Tú has sido mi ayuda; no me dejes ni me desampares, oh Dios de mi salvación.
(Salmos 35:2) 2 Echa mano de escudo y defensa; levántate en mi ayuda.
(Salmos 38:22) 22 apresúrate a socorrerme, oh Señor, salvación mía.
(Salmos 40:13) 1 ¡Ten a bien, oh Yahveh, librarme! ¡Oh Yahveh, apresúrate a socorrerme!
(Salmos 40:17) 17 Aunque yo sea pobre y necesitado, Yahveh pensará en mí. Tú eres mi ayuda y mi libertador; ¡Oh Dios mío, no te tardes!
(Salmos 44:26) 26 Levántate, socórrenos y redímenos por tu misericordia.
(Salmos 46:1) 1 Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
(Salmos 60:11) 11 Danos socorro ante el enemigo, pues vana es la liberación que da el hombre.
(Salmos 63:7) 7 Porque tú eres mi socorro, bajo la sombra de tus alas cantaré de gozo.
(Salmos 70:1) 1 ¡Ten a bien, oh Dios, librarme! ¡Oh Yahveh, apresúrate a socorrerme!
(Salmos 71:12) 12 Oh Dios, no te alejes de mí; Dios mío, apresúrate a socorrerme.
(Salmos 94:17) 17 Si Yahveh no me ayudara, pronto mi alma moraría en el silencio.
(Salmos 108:12) 12 Danos socorro ante el enemigo, pues vana es la liberaci ón que da el hombre.
Boeetheo (4/8)
(S. Mateo 15:25) 25 Entonces ella vino y se postró delante de él diciéndole: – ¡Señor, socórreme!
(S. Marcos 9:22) 22 Muchas veces le echa en el fuego o en el agua para matarlo; pero si puedes hacer algo, ¡ten misericordia de nosotros y ayúdanos !
(2 a los Corintios 6:2) 2 porque dice: En tiempo favorable te escuché, y en el día de la salvación te socorrí. ¡He aquí ahora el tiempo más favorable! ¡He aquí ahora el día de salvación!
(A los Hebreos 2:18) 18 Porque en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.
Epikouria (1/1)
(Hechos de los Apóstoles 26:22) 22 Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, me he mantenido firme hasta el día de hoy, dando testimonio a pequeños y a grandes, sin decir nada ajeno a las cosas que los profetas y Mois és dijeron que habían de suceder:
Sunantilambanomai (1/2)
(A los Romanos 8:26) 26 Y asimismo, también el Espíritu nos ayuda en nuestras debilidades; porque cómo debiéramos orar, no lo sabemos; pero el Espíritu mismo intercede con gemidos indecibles.
Antilámbanomai (1/3)
(S. Lucas 1:54) 54 Ayudó a Israel su siervo, para acordarse de la misericordia,
Boethia (1/2)
(A los Hebreos 4:16) 16 Acerquémonos, pues, con confianza al trono de la gracia para que alcancemos misericordia y hallemos gracia para el oportuno socorro.
Boethós (1/1)
(A los Hebreos 13:6) 6 De manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi socorro, y no temeré. ¿Qué me har á el hombre?