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CONCORDANCIA DEL CARÁCTER DE DIOS – SAMUEL EDELSTEIN
salvador (libertador, perdón, redentor)
Yasha (140/206) (#3647)
(Éxodo 14:30) 30 Así libró Yaveh aquel día a Israel de mano de los egipcios. Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar.
(Números 10:9) «Cuando en vuestra tierra vayáis a la guerra contra el adversario que os hostilice, tocaréis con estrépito las trompetas. Y seréis recordados por Yaveh vuestro Dios, y seréis librados de vuestros enemigos.
(Deuteronomio 20:4) 4 Porque Yaveh vuestro Dios va con vosotros, para combatir por vosotros contra vuestros enemigos y para salvaros.
(Deuteronomio 33:29) ¡Bienaventurado eres tú, oh Israel! ¿Quién como tú, oh pueblo salvo por Yaveh, escudo de tu socorro y espada de tu excelencia? Tus enemigos tratarán de engañarte, pero tú pisotearás sus lugares altos.»
(Josué 22:22) –El Dios de dioses, Yaveh, el Dios de dioses, Yaveh, él lo sabe. Y que lo sepa Israel. Si ha sido por rebelión o por infidelidad contra Yaveh, que no nos libre en este día.
(Jueces 2:18) Cuando Yaveh les levantaba jueces, Yaveh estaba con el juez y los libraba de mano de sus enemigos todo el tiempo de aquel juez. Porque Yaveh se conmovía ante sus gemidos, a causa de los que los oprimían y afligían.
(Jueces 6:36-37) Pero Gedeón dijo a Dios: –Si has de librar a Israel por mi mano, como has dicho, he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era. Si el rocío está sólo en el vellón y toda la tierra queda seca, entonces sabré que librarás a Israel por mi mano, como has dicho.
(Jueces 7:7) Entonces Yaveh dijo a Gedeón: –Con los 300 hombres que lamieron el agua os libraré y entregaré a los madianitas en tu mano. El resto del pueblo, que se vaya cada uno a su lugar.
(Jueces 10:12) por los de Sidón, por los de Amalec y por los de Maón, y clamasteis a mí, ¿no os libré yo de su mano?
(1 Samuel 4:3) Cuando el pueblo volvió al campamento, los ancianos de Israel preguntaron: –¿Por qué nos ha causado hoy Yaveh una derrota ante los filisteos? Hagamos traer acá desde Silo el arca del pacto de Yaveh, a fin de que venga en medio de nosotros y nos libre de mano de nuestros enemigos.
(1 de Samuel 7:8) 8 Y los hijos de Israel dijeron a Samuel: –No ceses de clamar por nosotros a Yaveh nuestro Dios, para que nos guarde de la mano de los filisteos.
(1 de Samuel 10:19) 19 Pero vosotros habéis desechado hoy a vuestro Dios, quien os libra de todas vuestras desgracias y angustias, y habéis dicho: «¡No! Más bien, constituye un rey sobre nosotros.’ Ahora pues, presentaos delante de Yaveh por vuestras tribus y por vuestros millares.»
(1 de Samuel 14:6) 6 Entonces Jonatán dijo a su escudero: –Ven, pasemos al destacamento de esos incircuncisos. Quizás Yaveh haga algo por medio de nosotros, porque nada impide a Yaveh salvar con muchos o con pocos.
(1 de Samuel 14:23) 23 Así Yaveh dio la victoria a Israel aquel día. Y la batalla llegó hasta Bet-avén.
(1 de Samuel 14:39) 39 ¡Vive Yaveh que libra a Israel, que aunque sea por mi hijo Jonatán, él morirá irremisiblemente! En todo el pueblo no hubo quien le respondiese.
(1 de Samuel 17:47) 47 También todos estos congregados sabrán que Yaveh no libra con espada ni con lanza. ¡De Yaveh es la batalla! ¡Y él os entregará en nuestra mano!
(2 de Samuel 3:18) 18 Ahora pues, hacedlo, porque Yaveh ha hablado a David diciendo: «Por mano de mi siervo David libraré a mi pueblo Israel de mano de los filisteos y de mano de todos sus enemigos.»
(2 Samuel 8:6) Después David instaló puestos militares entre los sirios de Damasco. Así llegaron los sirios a ser siervos de David y le llevaban tributo. Y Yaveh daba la victoria a David por dondequiera que iba.
(2 Samuel 8:14) El instaló puestos militares en Edom; por toda Edom instaló puestos militares, y todos los edomitas llegaron a ser siervos de David. Y Yaveh daba la victoria a David por dondequiera que iba.
(2 de Samuel 22:3) 3 Dios es mi peña; en él me refugiaré. El es mi escudo, el poder de mi liberación, mi baluarte, mi refugio y mi salvador. Tú me salvas de la violencia.
(2 Samuel 22:4) «Invocaré a Yaveh, quien es digno de ser alabado, y seré librado de mis enemigos.
(2 de Samuel 22:28) 28 Salvas al pueblo humilde; pero tus ojos humillan a los altivos.
(2 Reyes 6:27) El dijo: –Si no te socorre Yaveh, ¿de dónde te he de socorrer yo? ¿De la era, o del lagar?
(2 de los Reyes 14:27) 27 Yaveh no había determinado borrar el nombre de Israel de debajo del cielo; por eso los libró por medio de Jeroboam hijo de Joás.
(2 de los Reyes 19:19) 19 Ahora pues, oh Yaveh, Dios nuestro, por favor, sálvanos de su mano, para que todos los reinos de la tierra conozcan que sólo tú, oh Yaveh, eres Dios.»
(2 de los Reyes 19:34)34Pues defenderé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo, y por amor a mi siervo David.’ «
(1 de Crónicas 11:14) 14 pero él se puso firme en medio de la parcela y la defendió, derrotando a los filisteos. Y Yaveh hizo una gran liberación.
(1 de Crónicas 16:35) 35 Y decid: «¡Sálvanos, oh Dios de nuestra salvación! Reúnenos y líbranos de las naciones, para que confesemos tu santo nombre, para que nos gloriemos en tus alabanzas.»
(1 de Crónicas 18:6) 6 Después David instaló puestos militares entre los sirios de Damasco. Así llegaron los sirios a ser siervos de David y le llevaban tributo. Y Yaveh daba la victoria a David por dondequiera que iba.
(1 de Crónicas 18:13) 13 porque Yaveh daba el triunfo a David dondequiera que iba.
(2 Cr 20:9) «Si el mal viniese sobre nosotros, nos presentaremos delante de este templo y delante de ti, porque tu nombre está en este templo. A ti clamaremos en nuestra tribulación, y tú nos escucharás y librarás.
(2 de Crónicas 32:22) 22 Así libró Yaveh a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén de mano de Senaquerib, rey de Asiria, y de mano de todos. Y les dio reposo en derredor.
(Nehemías 9:27) 27 Los entregaste en mano de sus enemigos, los cuales los afligieron. Pero clamaron a ti en el tiempo de su tribulación, y tú los escuchaste desde los cielos. Por tu gran misericordia les diste libertadores que los librasen de mano de sus enemigos.
(Job 5:15) 15 El libra al desolado de la boca de ellos, y al pobre de la mano del fuerte.
(Job 22:29) 29 Cuando sean abatidos, tú dirás: «Sean enaltecidos.» Y Dios salvará al humilde de ojos.
(Job 26:2) 2 –¿En qué has ayudado al que no tiene poder o librado al brazo que no tiene fuerza?
(Salmos 3:7) 7 ¡Levántate, oh Yaveh! ¡Sálvame , Dios mío! Porque a todos mis enemigos has golpeado en la mejilla, y has quebrantado los dientes de los impíos.
(Salmos 6:4) 4 Vuelve, oh Yaveh; libra mi alma. Sálvame por tu misericordia,
(Salmos 7:1) 1 Oh Yaveh, Dios mío, en ti me he refugiado. Sálvame de todos los que me persiguen y líbrame.
(Salmos 7:10) 10 Mi escudo está en Dios, quien salva a los de recto corazón.
(Salmos 12:1) 1 Salva, oh Yaveh, porque se han acabado los piadosos. Han desaparecido los fieles de entre los hijos del hombre.
(Salmos 17:7) 7 Muestra tus maravillosos actos de misericordia, tú que a los que confían libras con tu diestra de los que se levantan contra ti.
(Salmos 18:3) Invocaré a Yaveh, quien es digno de ser alabado, y seré librado de mis enemigos.
(Salmos 18:27) 27 Salvas al pueblo humilde, y humillas los ojos altivos.
(Salmos 20:6) 6 Ahora reconozco que Yaveh da la victoria a su ungido; le responderá desde su santo cielo con la fuerza liberadora de su diestra.
(Salmos 20:9) 9 ¡Salva, oh Yaveh! ¡Que el Rey nos oiga el día en que le invoquemos!
(Salmos 22:21) 21 Sálvame de la boca del león y de los cuernos de los toros salvajes. ¡Me has respondido!
(Salmos 28:9) 9 Salva a tu pueblo y bendice a tu heredad; pastoréalos y enaltécelos para siempre.
(Salmos 31:2) 2 Inclina a mí tu oído; líbrame pronto. Sé tú mi roca fuerte, mi fortaleza para salvarme.
(Salmos 31:16) 16 Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; sálvame por tu misericordia.
(Salmos 34:6) 6 Este pobre clamó, y Yaveh le escuchó y lo libró de todas sus angustias.
(Salmos 34:18) 18 Cercano está Yaveh a los quebrantados de corazón; él salvará a los contritos de espíritu.
(Salmos 36:6) 6 Tu justicia es como las montañas de Dios; y tus juicios, como el gran océano. Oh Yaveh, que conservas al hombre y al animal,
(Salmos 37:40) 40 Yaveh les ayudará y los librará; les librará de los impíos y los salvará, porque en él se han refugiado.
(Salmos 44:7) 7 pues tú nos libras de nuestros enemigos y avergüenzas a los que nos aborrecen.
(Salmos 54:1) 1 Oh Dios, sálvame por tu nombre y defiéndeme con tu poder.
(Salmos 55:16) 16 No obstante, yo clamaré a Dios, y Yaveh me salvará.
(Salmos 57:3) 3 El enviará desde los cielos y me librará de la infamia del que me oprime. (Selah) ¡Dios enviará su misericordia y su verdad!
(Salmos 59:2) 2 Líbrame de los que cometen iniquidad, y sálvame de hombres sanguinarios.
(Salmos 60:5) 5 Salva con tu diestra y respóndenos, de modo que sean librados tus amados.
(Salmos 69:1) 1 ¡Sálvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta mi alma!
(Salmos 69:35) 35 Porque Dios salvará a Sion y reedificará las ciudades de Judá. Habitarán allí y la poseerán.
(Salmos 71:2-4) 2 Socórreme y líbrame en tu justicia. Inclina a mí tu oído y sálvame. 3 Sé tú mi roca fuerte a donde recurra yo continuamente. Has mandado que yo sea librado, porque tú eres mi roca y mi fortaleza.
(Salmos 72:4) 4 Juzgará a los pobres del pueblo; salvará a los hijos del necesitado y quebrantará al opresor.
(Salmos 72:13) 13 Tendrá piedad del pobre y del necesitado, y salvará las vidas de los necesitados.
(Salmos 76:9) 9 cuando te levantaste, oh Dios, para juzgar, cuando te levantaste para librar a todos los mansos de la tierra. (Selah)
(Salmos 80:3) Oh Dios, ¡restáuranos! Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
(Salmos 80:7) Oh Dios de los Ejércitos, ¡restáuranos! Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
(Salmos80:19) Oh Yaveh Dios de los Ejércitos, ¡restáuranos! Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
(Salmos 86:2) 2 Guarda mi alma, porque soy piadoso; salva tú, oh Dios mío, a tu siervo que en ti confía.
(Salmos 86:16) 16 mírame y ten misericordia de mí. Da tú fuerzas a tu siervo; guarda al hijo de tu sierva.
(Salmos 98:1) 1 ¡Cantad a Yaveh un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas! Victoria le ha dado su diestra y su santo brazo.
(Salmos 106:8) 8 Sin embargo, los libró por amor de su nombre, para dar a conocer su poder.
(Salmos 106:10) 10 Los libró del enemigo; los rescató de mano del adversario.
(Salmos 106:21) 21 Olvidaron al Dios de su salvación que había hecho grandezas en Egipto,
(Salmos 106:47) 47 ¡Sálvanos, oh Yaveh, Dios nuestro! Reúnenos de entre las naciones, para que confesemos tu santo nombre, para que nos gloriemos en tus alabanzas.
(Salmos 107:13) 13 Pero cuando en su angustia clamaron a Yaveh, él los libró de sus aflicciones.
(Salmos 107:19) 19 Pero cuando en su angustia clamaron a Yaveh, él los libró de sus aflicciones.
(Salmos 108:6) 6 Salva con tu diestra y respóndenos, de modo que sean librados tus amados.
(Salmos 109:26) 26 Ayúdame, oh Yaveh, Dios mío; sálvame conforme a tu misericordia.
(Salmos 109:31) 31 Porque él se pondrá a la derecha del necesitado, para salvar su vida de los que le juzgan.
(Salmos 116:6) 6 Yaveh guarda a los ingenuos; estaba yo postrado, y él me salvó.
(Salmos 118:25) 25 ¡Oh Yaveh, sálvanos, por favor! ¡Oh Yaveh, haznos prosperar!
(Salmos 119:94) 94 Tuyo soy; sálvame, porque he buscado tus ordenanzas.
(Salmos 119:117) Sostenme, y seré salvo; siempre me deleitaré en tus leyes.
(Salmos 119:146) 146 A ti clamo; sálvame, y guardaré tus testimonios.
(Salmos 138:7) 7 Aunque yo camine en medio de la angustia, tú me preservarás la vida. Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y me salvará tu diestra.
(Salmos 145:19) 19 Cumplirá el deseo de los que le temen. Asimismo, oirá el clamor de ellos y los salvará.
(Proverbios 20:22) 22 No digas: «Devolveré el mal.» Espera a Yaveh, y él te salvará.
(Isaías 19:20) Servirá de señal y de testimonio a Yaveh de los Ejércitos en la tierra de Egipto. Cuando clamen a Yaveh a causa de sus opresores, él les enviará un salvador quien los defenderá y los librará.
(Isaías 25:9) 9 Se dirá en aquel día: «¡He aquí, éste es nuestro Dios! En él hemos esperado, y él nos salvará: ¡Este es Yaveh! En él hemos esperado. ¡Gocémonos y alegrémonos en su salvación!»
(Isaías 30:15) Porque así ha dicho el Señor Yaveh, el Santo de Israel: «En arrepentimiento y en reposo seréis salvos; en la quietud y en la confianza estará vuestra fortaleza.» Pero no quisisteis.
(Isaías 33:22) 22 Porque Yaveh es nuestro Juez; Yaveh es nuestro Legislador. Yaveh es nuestro Rey; él mismo nos salvará .
(Isaías 35:4) 4 Decid a los de corazón apocado: «¡Fortaleceos; no temáis! He aquí que vuestro Dios viene con venganza y retribución divina. El mismo vendrá y os salvará.»
(Isaías 37:20) 20 Ahora pues, oh Yaveh, Dios nuestro, sálvanos de su mano, para que todos los reinos de la tierra conozcan que sólo tú, oh Yaveh, eres Dios.»
(Isaías 37:35) 35 Pues defenderé esta ciudad para salvarla , por amor a mí mismo y por amor a mi siervo David.’»
(Isaías 38:20) 20 Yaveh ha prometido salvarme. Por tanto, tocaremos nuestras melodías en la casa de Yaveh todos los días de nuestra vida.
(Isaías 43:3) 3 Porque yo soy Yaveh tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador. A Egipto he entregado por tu rescate; a Etiopía y a Seba he dado por ti.
(Isaías 43:11-12) 11 Yo, yo Yaveh; fuera de mí no hay quien salve. 12 Yo anuncié y salvé; yo proclamé, y no algún extraño entre vosotros. Vosotros sois mis testigos, y yo soy Dios, dice Yaveh.
(Isaías 45:15) 15 Verdaderamente tú eres Dios que te encubres, Dios de Israel que salvas.
(Isaías 45:17) Israel será salvado por Yaveh con salvación eterna. No os avergonzaréis, ni seréis afrentados, por los siglos de los siglos.
(Isaías 45:21-22) 21 Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro afuera de mí. 22 «¡Mirad a mí y sed salvos, todos los confines de la tierra! Porque yo soy Dios, y no hay otro.
(Isaías 49:25-26) 25 Pues así ha dicho Yaveh: «Ciertamente el cautivo le será quitado al valiente guerrero, y el botín será librado del tirano. Yo contenderé con los que contienden contra ti, y yo salvaré a tus hijos. 26 A los que te oprimen, les haré comer sus propias carnes; se embriagarán con su propia sangre, como con vino nuevo. Y sabrá todo mortal que yo soy Yaveh tu Salvador, tu Redentor, el Fuerte de Jacob.»
(Isaías 59:1) 1 He aquí que la mano de Yaveh no se ha acortado para salvar, ni su oído se ha ensordecido para oír.
(Isaías 59:16) 16 Vio, pues, que no había nadie, y se asombró de que no hubiese quien intercediese. Por tanto, su propio brazo le produjo salvación, y su propia justicia lo sostuvo.
(Isaías 60:16) 16 Mamarás la leche de las naciones; mamarás el pecho de los reyes. Así conocerás que yo, Yaveh, soy tu Salvador y tu Redentor, el Fuerte de Jacob.
(Isaías 63:1) 1 –¿Quién es éste que viene de Edom, de Bosra, vestido con vestiduras brillantes? ¿Quién es éste de ropa esplendorosa, que marcha en la grandeza de su poder? – Soy yo, que hablo en justicia, grande para salvar.
(Isaías 63:5) 5 Yo miré, y no había quien ayudase. Me asombré de que no hubiese quien apoyase. Entonces mi propio brazo me salvó; y mi ira, ella me sostuvo.
(Isaías 63:8) 8 Pues ha dicho: «Ciertamente ellos son mi pueblo, hijos que no mienten.» Y él fue su Salvador.
(Isaías 63:9) En toda la angustia de ellos, él fue angustiado; y el ángel de su Presencia los salvó. En su amor y en su compasión los redimió. Los alzó y los llevó todos los días de la antigüedad.
(Jeremías 14:8) 8 Oh Esperanza de Israel, su Salvador en el tiempo de aflicción, ¿por qué has de ser como forastero en la tierra, y como caminante que levanta su tienda sólo para pasar la noche?
(Jeremías 15:20) 20 Te pondré ante este pueblo como un muro fortificado de bronce. Lucharán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estaré contigo para salvarte y librarte, dice Yaveh.
(Jeremías 17:14) 14 Sáname, oh Yaveh, y seré sano. Sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza.
(Jeremías 23:5-6) «He aquí vienen días, dice Yaveh, en que levantaré a David un Retoño justo. Reinará un Rey que obrará con inteligencia y que practicará el derecho y la justicia en la tierra. 6 En sus días será salvo Judá, e Israel habitará seguro. Y este es el nombre con el cual será llamado: «Yaveh, justicia nuestra.’
(Jeremías 30:10-11) 10 «Pero tú no temas, oh siervo mío Jacob, ni desmayes, oh Israel, dice Yaveh. Porque he aquí, yo soy el que te salva desde lejos; y a tu descendencia, de la tierra de su cautividad. Jacob volverá y estará tranquilo; estará confiado, y no habrá quien lo atemorice. 11 Porque yo estoy contigo para salvarte, dice Yaveh. Ciertamente haré exterminio en todas las naciones entre las cuales te he dispersado; pero en ti no haré exterminio, sino que te castigaré con justicia. De ninguna manera te daré por inocente.
(Jeremías 31:7) 7 Porque así ha dicho Yaveh: «Regocijaos con alegría a causa de Jacob, y gritad de júbilo ante la cabeza de las naciones. Proclamad, alabad y decid: «¡Oh Yaveh, salva a tu pueblo, al remanente de Israel!’
(Jeremías 42:11) 11 No temáis al rey de Babilonia, de quien tenéis miedo. No le temáis, dice Yaveh, porque yo estoy con vosotros para salvaros y para libraros de su mano.
(Jeremías 46:27) 27 «Pero tú no temas, oh siervo mío Jacob, ni desmayes, oh Israel. Porque he aquí, yo soy el que te salva desde lejos; y a tu descendencia, de la tierra de su cautividad. Jacob volverá y estará tranquilo; estará confiado, y no habrá quien lo atemorice.
(Ezequiel 34:22) 22 yo libraré a mis ovejas, y nunca más quedarán expuestas al pillaje. ¡Yo juzgaré entre cordero y cordero!
(Ezequiel 36:29) 29 Os libraré de todas vuestras impurezas. Llamaré al trigo y lo multiplicaré, y no os someteré más al hambre.
(Ezequiel 37:23) 23 No se volverán a contaminar con sus ídolos, ni con sus cosas detestables, ni con ninguna de sus transgresiones. Yo los salvaré de todas sus rebeliones con que han pecado, y los purificaré. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios.
(Oseas 1:7) 7 Pero de la casa de Judá tendré misericordia y los salvaré por Yaveh su Dios. No los libraré con arco, ni con espada, ni con guerra, ni con caballos y jinetes.»
(Oseas 13:4) 4 «Desde la tierra de Egipto yo soy Yaveh tu Dios; no reconocerás otro dios aparte de mí, ni otro salvador, sino a mí.
(Sofonías 3:17) 17 Yaveh tu Dios está en medio de ti: ¡Es poderoso; él salvará! Con alegría se regocijará por causa de ti. Te renovará en su amor; por causa de ti se regocijará con cánticos.
(Sofonías 3:19) 19 He aquí, en aquel tiempo yo convertiré en oprobio a todos tus opresores. Pero salvaré a la que cojea, y recogeré a la descarriada. Las pondré como objeto de alabanza y de renombre en todos los países donde han sido avergonzadas.
(Zacarías 8:7) 7 «Así ha dicho Yaveh de los Ejércitos: «He aquí, yo salvaré a mi pueblo de la tierra del oriente y de la tierra del poniente.
(Zacarías 8:13) 13 Sucederá que como fuisteis maldición entre las naciones, oh casa de Judá y casa de Israel, así os libraré, y seréis bendición. No temáis; más bien, esfuércense vuestras manos.’
(Zacarías 9:9) 9 ¡Alégrate mucho, oh hija de Sion! ¡Da voces de júbilo, oh hija de Jerusalén! He aquí, tu rey viene a ti, justo y victorioso, humilde y montado sobre un asno, sobre un borriquillo, hijo de asna.
(Zacarías 9:16) 16 En aquel día Yaveh su Dios los salvará ; como a rebaño pastoreará a su pueblo. Serán sobre su tierra como piedras preciosas de una diadema.
(Zacarías 10:6) 6 «Porque yo fortaleceré la casa de Judá y libraré la casa de José. Los haré volver, porque tendré misericordia de ellos. Serán como si no los hubiera rechazado, porque yo soy Yaveh su Dios que les oiré.
(Zacarías 12:7) 7 Y Yaveh librará primero las moradas de Judá, para que la gloria de la casa de David y de los habitantes de Jerusalén no se engrandezca sobre Judá.
Yeshua (63/77) (#3444)
(Génesis 49:18) 18 «¡Espero tu salvación, oh Yaveh!
(Éxodo 14:13) 13 Y Moisés respondió al pueblo: –¡No temáis! Estad firmes y veréis la salvación que Yaveh hará a vuestro favor. A los egipcios que ahora veis, nunca más los volveréis a ver.
(Éxodo 15:2) 2 Yaveh es mi fortaleza y mi canción; él ha sido mi salvación. ¡Este es mi Dios! Yo le alabaré. ¡El Dios de mi padre! A él ensalzaré.
(Deuteronomio 32:15) 15 «Jesurún se engordó y dio coces. (Te hiciste gordo, grueso y rollizo.) Y abandonó al Dios que lo hizo; desdeñó a la Roca de su salvación.
(1 de Samuel 2:1) 1 Entonces Ana oró y dijo: «Mi corazón se regocija en Yaveh; mi poder se enaltece en Yaveh. Mi boca se ensancha contra mis enemigos, porque me he alegrado en tu salvación.
(2 de Samuel 22:51) 51 «El engrandece las victorias de su rey y muestra misericordia a su ungido: a David y a sus descendientes, para siempre.»
(1 de Crónicas 16:23) 23 ¡Cantad a Yaveh, toda la tierra! Anunciad de día en día su salvación.
(2 de Crónicas 20:17) 17 En esta ocasión, vosotros no tendréis que luchar. Deteneos, estaos quietos y ved la victoria que Yaveh logrará para vosotros. ¡Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis!} ¡Salid mañana a su encuentro, y Yaveh estará con vosotros!’ «
(Job 13:16) 16 Esto también me será salvación , porque un impío no iría a su presencia.
(Salmos 3:8) 8 De Yaveh viene la salvación. ¡Sobre tu pueblo sea tu bendición! (Selah)
(Salmos 9:14) 14 para que cuente todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sion y me goce en tu salvación.
(Salmos 13:5) 5 Pero yo confío en tu misericordia; mi corazón se alegra en tu salvación.
(Salmos 18:50) 50 El engrandece las victorias de su rey y muestra misericordia a su ungido: a David y a sus descendientes, para siempre.
(Salmos 20:5) 5 Nosotros nos alegraremos por tu salvación, y en el nombre de nuestro Dios alzaremos bandera. Cumpla Yaveh todos tus anhelos.
(Salmos 21:1) 1 ¡Oh Yaveh, el rey se alegra en tu poder! ¡Cuánto se goza en tu salvación!
(Salmos 21:5) 5 Gloria grande halla en tu liberación; honra y esplendor has puesto sobre él.
(Salmos 28:8) 8 Yaveh es la fuerza de su pueblo, la fortaleza de salvación para su ungido.
(Salmos 35:3) 3 Saca lanza y jabalina al encuentro de mis perseguidores. Di a mi alma: «Yo soy tu salvación.»
(Salmos 35:9) 9 Entonces mi alma se gozará en Yaveh, y se alegrará en su salvación.
(Salmos 42:5) 5 ¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera a Dios, porque aún le he de alabar. ¡El es la salvación de mi ser,
(Salmos 42:11) ¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera a Dios, porque aún le he de alabar. ¡El es la salvación de mi ser, y mi Dios!
(Salmos 43:5) ¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera a Dios, porque aún le he de alabar. ¡El es la salvación de mi ser, y mi Dios!
(Salmos 44:4) 4 Tú, oh Dios, eres mi Rey; manda liberación a Jacob.
(Salmos 62:1) 1 Sólo en Dios reposa mi alma; de él proviene mi salvación.
(Salmos 62:2) 2 Sólo él es mi roca y mi salvación ; él es mi refugio; no seré grandemente movido.
(Salmos 67:2) 2 para que sea reconocido en la tierra tu camino, y en todas las naciones tu salvación.
(Salmos 68:19) 19 ¡Bendito sea el Señor! Día tras día lleva nuestras cargas el Dios de nuestra salvación. (Selah)
(Salmos 69:29) 29 Mas a mí, miserable y afligido, tu salvación , oh Dios, me ponga en alto.
(Salmos 70:4) 4 Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan. Digan siempre los que aman tu salvación: «¡Dios sea engrandecido!»
(Salmos 74:12) 12 Sin embargo, Dios es mi Rey desde los tiempos antiguos. El es quien obra salvación en medio de la tierra.
(Salmos 78:22) 22 Porque no creyeron a Dios, ni confiaron en su liberación ,
(Salmos 80:2) 2 delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés! Despierta tu poderío y ven para salvarnos.
(Salmos 88:1) 1 Oh Yaveh, Dios de mi salvación, día y noche clamo delante de ti.
(Salmos 89:26) 26 El me dirá: «Tú eres mi padre; eres mi Dios y la roca de mi salvación.’
(Salmos 91:16) 16 lo saciaré de larga vida y le mostraré mi salvación.»
(Salmos 96:2) 2 Cantad a Yaveh; bendecid su nombre. Anunciad de día en día su salvación.
(Salmos 98:2) 2 Yaveh ha dado a conocer su victoria; ante los ojos de las naciones ha manifestado su justicia.
(Salmos 98:3) 3 Se ha acordado de su misericordia y de su fidelidad para con la casa de Israel. Todos los confines de la tierra han visto la victoria de nuestro Dios.
(Salmos 106:4) 4 Acuérdate de mí, oh Yaveh, según tu benevolencia para con tu pueblo. Visítame con tu salvación ,
(Sallmos 116:13) Alzaré la copa de la salvación e invocaré el nombre de Yaveh.
(Salmos 118:14-15) 14 Yaveh es mi fortaleza y mi canción; él es mi salvación. 15 ¡Voz de júbilo y de salvación hay en las moradas de los justos! ¡La diestra de Yaveh hace proezas!
(Salmos 118:21) 21 Te daré gracias, porque me has respondido y has sido mi salvación.
(Salmos 119:123) 123 Mis ojos desfallecen por tu salvación y por tu justa promesa.
(Salmos 119:166) 166 Tu salvación he esperado, oh Yaveh, y tus mandamientos he puesto por obra.
(Salmos 119:174) 174 Anhelo tu salvación, oh Yaveh, y tu ley es mi delicia.
(Salmos 140:7) 7 Oh Yaveh, oh Señor, fortaleza de mi salvación , tú cubres mi cabeza en el día de la batalla.
(Salmos 149:4) 4 Porque Yaveh se agrada de su pueblo, a los humildes adornará con salvación.
(Isaías 12:2-3) 2 ¡He aquí, Dios es mi salvación ! Confiaré y no temeré, porque Yaveh es mi fortaleza y mi canción; él es mi salvación.» 3 Con regocijo sacaréis agua de los manantiales de la salvación.
(Isaías 25:9) 9 Se dirá en aquel día: «¡He aquí, éste es nuestro Dios! En él hemos esperado, y él nos salvará: ¡Este es Yaveh! En él hemos esperado. ¡Gocémonos y alegrémonos en su salvación!»
(Isaías 26:1) 1 En aquel día se cantará este cántico en la tierra de Judá: Tenemos una ciudad fortificada; Dios ha puesto la salvación como muros y antemuros.
(Isaías 33:2) 2 ¡Oh Yaveh, ten misericordia de nosotros, porque en ti hemos confiado! Sé tú nuestro brazo cada mañana; sé también nuestra salvación en el tiempo de angustia.
(Isaías 33:6) 6 Y él será la seguridad de tus tiempos, un depósito de salvación, de sabiduría y de conocimiento. El temor de Yaveh será su tesoro.
(Isaías 49:6) 6 dice: «Poca cosa es que tú seas mi siervo para levantar a las tribus de Israel y restaurar a los sobrevivientes de Israel. Yo te pondré como luz para las naciones, a fin de que seas mi salvación hasta el extremo de la tierra.»
(Isaías 49:8) Así ha dicho Yaveh: «En tiempo favorable te he respondido, y en el día de salvación te he ayudado. Te guardaré y te pondré por pacto para el pueblo, a fin de que restablezcas la tierra y poseas las heredades desoladas;
(Isaías 51:6) 6 «Alzad vuestros ojos hacia los cielos, y mirad abajo hacia la tierra. Porque los cielos se desvanecerán como humo; la tierra se envejecerá como vestidura, y sus habitantes morirán como moscas. Pero mi salvación permanecerá para siempre, y mi justicia no perecerá.
(Isaías 51:8) 8 Porque la polilla se los comerá como a vestidura; la larva los consumirá como a la lana. Pero mi justicia permanecerá para siempre, y mi salvación de generación en generación.»
(Isaías 52:7) ¡Cuán hermosos son, sobre los montes, los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz, del que trae buenas nuevas del bien, del que anuncia la salvación, del que dice a Sion: «¡Tu Dios reina!»
(Isaías 52:10) 10 Yaveh ha descubierto el brazo de su santidad ante los ojos de todas las naciones. Todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios.
(Isaías 56:1) 1 Así ha dicho Yaveh: «Guardad el derecho y practicad la justicia; porque mi salvación está próxima a venir, y mi justicia pronta a ser revelada.
(Jonás 2:9) 9 Mas yo con voz de alabanza te ofrece sacrificios: Pagaré lo que prometí, la salvación es de Yaveh.
(Habacuc 3:8) 8 ¿Es que te has airado, oh Yaveh, contra los ríos? ¿Se ha encendido contra los ríos tu enojo? ¿Fue dirigida tu ira contra el mar, cuando subiste sobre tus caballos y sobre tus carros de victoria?
Moshoath (1/1)
(Salmos 68:20) 20 Nuestro Dios es Dios de salvación; de Yaveh el Señor es el librar de la muerte.
Yesha (32/36) (#3468)
(2 de Samuel 22:3) 3 Dios es mi peña; en él me refugiaré. El es mi escudo, el poder de mi liberación, mi baluarte, mi refugio y mi salvador. Tú me salvas de la violencia.
(2 de Samuel 22:36) 36 «Me has dado el escudo de tu salvación ; tu condescendencia me ha engrandecido.
(2 de Samuel 22:47) 47 «¡Viva Yaveh! ¡Bendita sea mi Roca! Sea ensalzado Dios, la roca de mi salvación,
(1 de Crónicas 16:35) 35 Y decid: «¡Sálvanos, oh Dios de nuestra salvación! Reúnenos y líbranos de las naciones, para que confesemos tu santo nombre, para que nos gloriemos en tus alabanzas.»
(Job 5:11) El pone en alto a los humillados, y los enlutados logran gran liberación.
(Sal 12:5) Dice Yaveh: «Por la opresión de los pobres, por el gemido de los necesitados me levantaré ahora. Los pondré a salvo del que se ensaña contra ellos.»
(Salmos 18:2) 2 Yaveh es mi roca, mi fortaleza y mi libertador. Mi Dios es mi peña; en él me refugiaré. El es mi escudo, el poder de mi liberación y mi baluarte.
(Salmos 18:35) 35 Me has dado el escudo de tu salvación; tu mano derecha me ha sustentado, y tu condescendencia me ha engrandecido.
(Salmos 18:46) 46 ¡Viva Yaveh! ¡Bendita sea mi Roca! Sea ensalzado el Dios de mi salvación,
(Salmos 20:6) 6 Ahora reconozco que Yaveh da la victoria a su ungido; le responderá desde su santo cielo con la fuerza liberadora de su diestra.
(Salmos 24:5) 5 El recibirá la bendición de Yaveh, y la justicia del Dios de su salvación.
(Salmos 25:5) 5 Encamíname en tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación. En ti he esperado todo el día.
(Salmos 27:1) 1 Yaveh es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Yaveh es la fortaleza de mi vida; ¿de quién me he de atemorizar?
(Salmos 27:9) 9 No escondas de mí tu rostro; no apartes con ira a tu siervo. Tú has sido mi ayuda; no me dejes ni me desampares, oh Dios de mi salvación.
(Salmos 50:23) 23 El que ofrece sacrificio de acción de gracias me glorificará, y al que ordena su camino le mostraré la salvación de Dios.»
(Salmos 51:12) 12 Devuélveme el gozo de tu salvación , y un espíritu generoso me sustente.
(Salmos 62:7) 7 Dios es mi salvación y mi gloria; en Dios está la roca de mi fortaleza y mi refugio.
(Salmos 65:5) 5 Con hechos tremendos nos responderás en justicia, oh Dios de nuestra salvación, esperanza de todos los confines de la tierra y de todos los mares más distantes.
(Salmos 69:13) 13 Sin embargo, oh Yaveh, yo dirigía a ti mi oración en el tiempo de tu buena voluntad. Oh Dios, respóndeme por tu gran bondad, por la verdad de tu salvación.
(Salmos 79:9) 9 Ayúdanos, oh Dios, salvación nuestra, por causa de la gloria de tu nombre. Líbranos y expía nuestros pecados por amor de tu nombre.
(Salmos 85:4) 4 Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación ; haz cesar tu ira contra nosotros.
(Salmos 85:7) 7 Muéstranos, oh Yaveh, tu misericordia, y concédenos tu salvación.
(Salmos 85:9) 9 Ciertamente cercana está su salvación para los que le temen, para que habite la gloria en nuestra tierra.
(Salmos 95:1) 1 ¡Venid, cantemos con gozo a Yaveh! Aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación.
(Salmos 132:16) Asimismo, vestiré de salvación a sus sacerdotes, y sus fieles darán voces de júbilo.
(Isaías 17:10) 10 Porque te olvidaste del Dios de tu salvación , y no te acordaste de la Roca de tu fortaleza. Por eso, aunque siembras plantas deleitosas y plantas vides importadas,
(Isaías 45:8) 8 «Destilad, oh cielos, desde arriba; derramen justicia las nubes. Abrase la tierra, brote la salvación y juntamente crezca la justicia. Yo, Yaveh, lo he creado.»
(Isaías 51:5) 5 Mi justicia está cercana; la salvación ya se ha iniciado, y mis brazos juzgarán a los pueblos. En mí esperarán las costas, y en mis brazos pondrán su esperanza.
(Isaías 61:10) 10 En gran manera me gozaré en Yaveh; mi alma se alegrará en mi Dios. Porque él me ha vestido con vestiduras de salvación y me ha cubierto con manto de justicia. Como a novio me ha ataviado con una diadema, y como a novia que se adorna con sus joyas.
(Isaías 62:11) 11 He aquí que Yaveh ha proclamado hasta lo último de la tierra: «Decid a la hija de Sion: «¡He aquí tu tu salvación viene! ¡He aquí, su recompensa viene con él; y delante de él, su obra!’ «
(Miqueas 7:7) 7 Pero yo miraré a Yaveh; esperaré en el Dios de mi salvación. ¡Mi Dios me escuchará!
(Habacuc 3:13) 13 Saliste para librar a tu pueblo, para salvar a tu ungido. Destrozaste el techo de la casa del impío; desnudaste el cimiento hasta la roca. (Selah)
(Habacuc 3:18) 18 con todo, yo me alegraré en Yaveh y me gozaré en el Dios de mi salvación.
Teshuah (23/33) (#8868)
(Jueces 15:18) 18 Teniendo mucha sed, Sansón clamó a Yaveh diciendo: –Tú has dado esta gran liberación por mano de tu siervo; y ahora, ¿he de morir de sed y caer en mano de los incircuncisos?
(1 de Samuel 11:13) 13 Saúl respondió: –No morirá nadie en este día, porque Yaveh ha dado hoy una victoria en Israel.
(1 de Samuel 19:5) 5 El arriesgó su vida cuando mató al filisteo, y Yaveh dio una gran victoria a todo Israel. Tú lo viste y te alegraste; ¿por qué, pues, pecarás contra sangre inocente, dando muerte a David sin motivo?
(2 Samuel 23:10) El se levantó e hirió a los filisteos hasta que su mano se cansó y se le quedó pegada a la espada. Aquel día Yaveh dio una gran victoria, y el pueblo fue tras él sólo para tomar el botín.
(2 de los Reyes 5:1) 1 Naamán, jefe del ejército del rey de Siria, era un hombre muy importante delante de su señor y tenido en gran estima, porque por medio de él Yaveh había librado a Siria. El hombre era un guerrero valiente, pero leproso.
(2 de los Reyes 13:17) 17 Luego dijo: –Abre la ventana que da al oriente. El la abrió, y Eliseo dijo:¡Tira! Y él tiró. Entonces Eliseo dijo: –¡Flecha de victoria de Yaveh! ¡Flecha de victoria contra Siria! Porque derrotarás a Siria en Afec, hasta acabar con ella.
(1 Cr 11:14) pero él se puso firme en medio de la parcela y la defendió, derrotando a los filisteos. Y Yaveh les dio una gran victoria.
(2 Cr 6:41) Y ahora, levántate, oh Yaveh Dios; ven al lugar de tu reposo, tú y el arca de tu poder. Tus sacerdotes, oh Yaveh Dios, sean revestidos de salvación, y tus fieles regocíjense en el bien.
(Salmos 37:39) 39 La salvación de los justos proviene de Yaveh; él es su fortaleza en el tiempo de angustia.
(Salmos 38:22) 22 apresúrate a socorrerme, oh Señor, salvación mía.
(Salmos 40:10) 10 No he encubierto tu justicia dentro de mi corazón; he proclamado tu fidelidad y tu salvación. No he ocultado tu misericordia ni tu verdad en la gran congregación.
(Salmos 40:16) 16 Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan. Digan siempre los que aman tu salvación: «¡Yaveh sea engrandecido!»
(Salmos 51:14) 14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación , y con regocijo cantará mi lengua tu justicia.
(Salmos 71:15) 15 Mi boca proclamará tu justicia y tu salvación , todo el día, aunque no sepa enumerarlas.
(Salmos 119:41) 41 Venga a mí tu misericordia, oh Yaveh; y tu salvación, conforme a tu promesa.
(Salmos 119:81) 81 Desfallece mi alma en espera de tu salvación ; en tu palabra he puesto mi esperanza.
(Salmos 144:10) 10 Tú eres el que da victoria a los reyes, el que rescata a su siervo David de la maligna espada.
(Proverbios 21:31) El caballo es alistado para el día de la batalla, pero de Yaveh proviene la victoria.
(Isaías 45:17) 17 Israel será salvado por Yaveh con salvación eterna. No os avergonzaréis, ni seréis afrentados, por los siglos de los siglos.
(Isaías 46:13) 13 Haré que se acerque mi justicia; no se alejará. Mi salvación no se tardará. Pondré salvación en Sion, y para Israel será mi gloria.
(Jeremías 3:23) 23 Ciertamente para engaño son las colinas y el bullicio en los montes. Ciertamente en Yaveh nuestro Dios está la salvación de Israel.
(Lamentaciones 3:26) 26 Bueno es esperar en silencio la salvación de Yaveh.
Soteria (10/45) (#4991)
(S. Lucas 1:69) 69 Ha levantado para nosotros un cuerno de salvación en la casa de su siervo David,
(Hechos de los Apóstoles 4:12) 12 Y en ningún otro hay salvación , porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
(Romanos 1:16) Porque no me avergüenzo del evangelio; pues es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, al judío primero y también al griego.
(A los Filipenses 1:28) 28 y no siendo intimidados de ninguna manera por los adversarios. Para ellos esta fe es indicio de perdición, pero para vosotros es indicio de salvación; y esto procede de Dios.
(1 a los Tesalonicenses 5:9) 9 Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,
(2 Timoteo 2:10) Por tanto, todo lo sufro a favor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús, con gloria eterna.
(A los Hebreos 2:10) 10 Porque le convenía a Dios –por causa de quien y por medio de quien todas las cosas existen– perfeccionar al Autor de la salvación de ellos, por medio de los padecimientos, para conducir a muchos hijos a la gloria.
(A los Hebreos 5:9) 9 Y habiendo sido perfeccionado, llegó a ser Autor de eterna salvación para todos los que le obedecen,
(2 de S. Pedro 3:15) 15 Considerad que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo os ha escrito, según la sabiduría que le ha sido dada.
(Apocalipsis 7:10) 10 Aclaman a gran voz diciendo: «¡La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado sobre el trono, y al Cordero!»
(Apocalipsis 12:10) 10 Oí una gran voz en el cielo que decía: «¡Ahora ha llegado la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo! Porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios.
(Apocalipsis 19:1) 1 Después de estas cosas, oí como la gran voz de una enorme multitud en el cielo, que decía: «¡Aleluya! La salvación y la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios.
Soterios (4/5) (#4992)
(Lc 2:29-30) –Ahora, Soberano Señor, despide a tu siervo en paz conforme a tu palabra; porque mis ojos han visto tu salvación
(Lc 3:6) y toda carne verá la salvación de Dios.» {Isa. 40:3-5 )
(Hch 28:28) Sabed, pues, que a los gentiles es anunciada esta salvación de Dios, y ellos oirán.
(Tit 2:11) Porque la gracia salvadora de Dios se ha manifestado a todos los hombres,
Sozo (25/111)
(S. Mateo 1:21) 21 Ella dará a luz un hijo; y llamarás su nombre Jesús, {Quiere decir salvación.} porque él salvará a su pueblo de sus pecados.»
(Mateo 8:25) Y acercándose, le despertaron diciendo: –¡Señor, sálvanos, que perecemos!
(Mateo 14:30) Pero al ver el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó diciendo: –¡Señor, sálvame !
(S. Mateo 18:11) 11 Porque el Hijo del Hombre ha venido a salvar lo que se había perdido
(S. Marcos 6:56) 56 Dondequiera que entraba, ya sea en aldeas o ciudades o campos, ponían en las plazas a los que estaban enfermos, y le rogaban que sólo pudiesen tocar el borde de su manto. Y todos los que le tocaban quedaban sanos.
(S. Lucas 19:10) 10 Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido.
(S. Juan 3:17) 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
(Juan 10:9) Yo soy la puerta. Si alguien entra por mí, será salvo; entrará, saldrá y hallará pastos.
(S. Juan 12:47) 47 Si alguien oye mis palabras y no las guarda, yo no le juzgo; porque yo no vine para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo.
(Hechos de los Apóstoles 2:21) 21 Y sucederá que todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo.
(Hechos 4:12) Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos .
(Hechos 16:31) Ellos dijeron: –Cree en el Señor Jesús y serás salvo, tú y tu casa.
(A los Romanos 5:9-10) 9 Luego, siendo ya justificados por su sangre, cuánto más por medio de él seremos salvos de la ira. 10 Porque si, cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, cuánto más, ya reconciliados, seremos salvos por su vida.
(A los Romanos 10:13) 13 Porque todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo.
(1 a los Corintios 1:18) 18 Porque para los que se pierden, el mensaje de la cruz es locura; pero para nosotros que somos salvos, es poder de Dios.
(1 Corintios 1:21) Puesto que en la sabiduría de Dios, el mundo no ha conocido a Dios mediante la sabiduría, a Dios le pareció bien salvar a los creyentes por la locura de la predicación.
(1 a Timoteo 1:15) 15 Fiel es esta palabra y digna de toda aceptación: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
(1 a Timoteo 2:4) 4 quien quiere que todos los hombres sean salvos y que lleguen al conocimiento de la verdad.
(2 a Timoteo 1:9) 9 Fue él quien nos salvó y nos llamó con santo llamamiento, no conforme a nuestras obras, sino conforme a su propio propósito y gracia, la cual nos fue dada en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo;
(2 a Timoteo 4:18) 18 El Señor me librará de toda obra mala y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
(A Tito 3:5) 5 él nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiésemos hecho, sino según su misericordia; por medio del lavamiento de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo,
(A los Hebreos 5:7) 7 Cristo, en los días de su vida física, habiendo ofrecido ruegos y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído por su temor reverente.
(A los Hebreos 7:25) 25 Por esto también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, puesto que vive para siempre para interceder por ellos.
(Judas 1:5) Ahora bien, quiero haceros recordar, ya que todo lo habéis sabido, que el Señor, al librar al pueblo una vez de la tierra de Egipto, después destruyó a los que no creyeron. {Ver Núm. 14:29, 37}
Soter (24/24)
(S. Lucas 1:47) 47 y mi espíritu se alegra en Dios, mi Salvador ,
(S. Lucas 2:11) 11 que hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador , que es Cristo el Señor.
(S. Juan 4:42) 42 Ellos decían a la mujer: –Ya no creemos a causa de la palabra tuya, porque nosotros mismos hemos oído y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo.
(Hechos de los Apóstoles 5:31) 31 A éste, lo ha enaltecido Dios con su diestra como Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.
(Hechos de los Apóstoles 13:23) 23 De la descendencia de David, conforme a la promesa, Dios trajo para Israel un Salvador, Jesús.
(A los Efesios 5:23) 23 porque el esposo es cabeza de la esposa, así como Cristo es cabeza de la iglesia, y él mismo es salvador de su cuerpo.
(A los Filipenses 3:20) 20 Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos ardientemente al Salvador , el Señor Jesucristo.
(1 a Timoteo 1:1) 1 Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios nuestro Salvador y de Cristo Jesús nuestra esperanza;
(1 a Timoteo 2:3) 3 Esto es bueno y aceptable delante de Dios nuestro Salvador,
(1 a Timoteo 4:10) 10 Porque para esto mismo trabajamos arduamente y luchamos, pues esperamos en el Dios viviente, quien es el Salvador de todos los hombres, especialmente de los que creen.
(2 a Timoteo 1:10) 10 y ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Cristo Jesús. El anuló la muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio,
(A Tito 1:3-4) 3 y a su debido tiempo manifestó su palabra en la predicación que se me ha confiado por mandato de Dios nuestro Salvador–; 4 a Tito, verdadero hijo según la fe que nos es común: Gracia y paz, de Dios Padre y de Cristo Jesús nuestro Salvador.
(A Tito 2:10) 10 que no defrauden, sino que demuestren toda buena fe para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador.
(A Tito 2:13) 13 aguardando la esperanza bienaventurada, la manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo,
(A Tito 3:4) 4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor por los hombres,
(A Tito 3:6) 6 que él derramó sobre nosotros abundantemente por medio de Jesucristo nuestro Salvador.
(2 de S. Pedro 1:1) 1 Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo; a los que han alcanzado una fe igualmente preciosa como la nuestra por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo:
(2 de S. Pedro 1:11) 11 Pues de esta manera os será otorgada amplia entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
(2 de S. Pedro 2:20) 20 Porque si los que se han escapado de las contaminaciones del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo se enredan de nuevo en ellas y son vencidos, el último estado les viene a ser peor que el primero.
(2 de S. Pedro 3:2) 2 para que recordéis las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y el mandamiento del Señor y Salvador declarado por vuestros apóstoles.
(2 de S. Pedro 3:18) 18 Más bien, creced en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
(1 de S. Juan 4:14) 14 Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo como Salvador del mundo.
(S. Judas 1:25) 25 al único Dios, nuestro Salvador por medio de Jesucristo nuestro Señor, sea la gloria, la majestad, el dominio y la autoridad desde antes de todos los siglos, ahora y por todos los siglos. Amén.